Buenas noches, en el relato anterior de fuera de cálculo,  mostré  como me había equivocado, pero ya había iniciado el contacto entre mi esposa y mi amigo, a mostrar interés,  esa misma noche, nos fuimos de ronda, a bailar, Lorena no quería, claro se sentía mojada.  Por su jueguito en el baño con el modo del restaurante,  Pero la convencí, y fuimos de ronda, al inicio era solo una copa, de camino al bar, ella me rogo, que con esa prenda tendría calor, que vayamos a la casa, la mire dubitativo, mira Andrés, si estas dudando, yo entro a la casa, me cambio y salimos, nuevamente. Está bien, vamos, yo quería verla con esas piernas y colita bien marcada, pero listo yo tenía que ceder alguna vez, considere. Llegamos a casa, y entro a cambiarse, claro, baje porque tardaba tanto, la vi arrojar la ropa al lavarropas, y se fue rápido al vestidor, fui hacia la  ventana, de camino paso por el baño,  se lavó la cola, esa raja, la vagina, y se fue si al vestidor, como un fisgón, mire por la ventana, y la vi calzarse, una minifalda roja, corta, muy corta, que justo le bajaba adonde terminaba la nalga, y un top rojo tejido, de hilo. Tacos, y  una pequeña chaquetita negra de cuero. Que le llegaba a la cintura. Se retoco el rostro.  Tacos altos, de 10 cm sin medias.

 Llego hasta el auto, le abrí la puerta, y ella dijo, uvvvvhhhg!!!  Qué lindo, cuando se sentó, me di cuenta, que no traía sus medias, y más aún, sin bragas,  o tanga, conduje rápido, hacia el lugar, ya seguro a estas horas, la idea de ir a casa, era la mejor, pero, yo quería que se divierta un poco, mas,  no podía evitar mirarle las piernas, cuando íbamos en el camino, desconcertado total. Llegamos, estacionamos cerca, caminamos, debimos esperar un poco, para entrar, pero cuando lo hicimos, todo se detuvo, los otros hombres, la violaban con la mirada, y ella me hablaba,  solo a mí, no le interesaba el resto, pedí comer cerca de la barra,  pero me dieron una mesa sobre un atril, una mesa alta sobe la escalera, y mientras tanto y esperábamos por la orden, nos sentamos cerca de la barra en esas bancas altas, llegaron los tragos, un mojito para ella, cervezas para mí,  uno tras otro iban pasando, nos reíamos, yo la violaba, la recorría con la mirada, y cada vez que ella cruzaba sus piernas, o las veces que las descruzaba, su mini se subía, y yo veía su muslo, le posaba mis dedos hurgando,  le acariciaba el muslo, ese camino hacia el infierno, llegaba a su cadera, y bajaba sobre el inicio de sus glúteos, casi sentía sus glúteos, estirando más mis manos, y ella me acariciaba  el rostro y me comía la boca, levantando levemente la cadera, para que yo siga subiendo o metiendo mis manos,  fuimos a bailar, un rato, y si, la apoye toda, le hincaba la verga, ella jugaba, me recorría, y hacia círculos con sus glúteos, para que yo la siga sintiendo, y yo a mil. La bese, la manosee, ¿Cómo estás? Me decía ella, ya vas a ver cuando llegue a la casa, dije. Y descansamos así me acaricias mas dijo, y fuimos a la  barra, pero el mozo nos guio hacia la mesa, sobre la escalera,  nuestra mesa. Ya estaba lista. Yo me senté de espalda a la pista, pero de frente a la puerta. Mire hacia atrás mío, y ahí había dos tipos mirándole las piernas desde abajo, a Lorena, y le pedí, a ella, porque no abres tus piernas, un momento, ¿Cómo que habrá mis piernas?, es que pienso tengo tanto para mí, y comprobar que hay dos tipos tratando de verte, que no se lleven nada. Me da pena.

 Ella hizo contacto visual con uno, y mirándolo, abrió sus piernas, para que puedan ver, a su antojo. Comíamos, bebíamos, y ella seguía haciendo contacto visual, y abanicaba sus piernas.

Las cruzo, y se olvidó de ellos, hablamos un rato más, y ella me dijo podríamos irnos, bueno dije, y antes resolvió ir al baño, le pedi  al mozo que nos indique, y nos señaló el camino, voy con vos dije, no amor, dijo ella, si no me voy a ir. Se paró, comenzó a bajar las escaleras, y ya los típos ahí la empezaron a ver como bajaba las escaleras,  esa mini se le subia casi hasta la ingle, trato de hacerse paso, en la multitud, miraba hacia atrás, para buscarme, pero yo no la distinguía, y ella a mí tampoco. En un momento, sintió una mano, en su cola, y ella se terminó poniendo en puntas de pies, ubbbbhhhggg!!! ¡Amor dijo! Lorena, y cuando miro hacia atrás yo no era, pero uno de los tipos a los que ella le mostro su entrepierna, ¿perdón? dijo ella’, seguí caminando puta, que todos queremos llegar a los baños, y a cada paso, sentía las manos del tipo sobre su cintura, acariciándola, luego sintió que la mini se levantaba, y se dio vuelta, para enfrentar al tipo, que la manoseaba, y el tipo, solo le metió tres dedos como un cuchillo dentro de su entrepierna,  metiéndole los dedos jugando con los jugos, y ella trataba de quitar esos dedos, intrépidos, para luego sentir toda la mano sobre su culo, metido en la raja que la empujo hacia el tipo, se sentía súper caliente, y suplicaba, basta, basta decía y quería sacar los dedos dentro de su vulva  o las mano, de su trasero la que logro tomar con cierta fuerza y sintió al fin que las sacaba con bronca. camina puta, saco los dedos de la concha, y se los chupo enfrente de ella,  Casi cerca de los baños, el tipo la agarró del brazo, la dio vuelta de nuevo, y le comió la boca, metiéndole la lengua hasta la gargantea, se le aflojaron las fuerzas y la metió en un pasillo, en una puerta lateral, disimulada con un cartel. No, ¿Qué haces dijo ella?, ¡te voy a dar algo lindo para recordar!!! Yo ya te recuerdo a vos, en toda la noche te la pasaste calentándome. No, para dijo ella, esta mi marido allá en la… si lo vi dijo el viejo, pero acá estas solita. Putita. Lorena, se empezó a preocupar, el tipo le dijo ahora camina, no quiero dijo ella, ahh no, dijo el viejo, se agacho, la tomo por la cintura, la cargo como a una bolsa de papas,  y la llevo hacia las oficinas, claro, que Lorena gritaba, pero con la música de la pista, y todos los ruidos, sus gritos eran uno más de tantos.

Pateó una puerta, y la sentó sobre una mesa, ella lo empujo, y todo el forcejeo dio inicio, ella corría la cara, y el viejo trataba de besarla, así se la pasaron unos dos minutos. Hasta que s escuchan unos pasos cerca de la puerta, y ella da un gritito más agudo, y cuando la puerta se abre, era el otro hombre, y dijo, ah aca trajiste a la putita esta, yo te busque en el auto.

Pero acá te las vas a coger. ¿Te ayudo?’ si la puta esta está difícil, y ella lo empujo, otra vez lejos, mmmmm dijo así me gustan, más difícil es más rico.

Y la tomaron por ambos brazos, para subirla sobre la banca, una mesa alta,  la calzaron allí, le subieron la minifalda, ella se retorcía, como un elástico, o resorte,  girando sus piernas, para que no logren sujetarla. Le levantaron el top, de hilo, manoseándole las gomas, ella cerraba los ojos, y se mordía los labios,  Y ahí fue que la agarraron desde atrás, y el viejo, la puso patas al hombro, ella imploraba, no, no, no, no por favor, dejenmeeeeeeeee ahí fue cuando el viejo se la mando guarda hasta el fondo. Sin lubricar nada de nada, no,  ahhhhggg  no, hay, hay  ahhhh, no, ya basta no, y el de atrás se calentó con ella,  le giro la cabeza hacia la derecha, y le puso la verga junto a sus labios empujando, como enjugando el trozo de pan en la salsa, le apretaron la nariz para obligarla a ceder y Lorena,  abrió la boca, sin resistencias, ella misma no entendía porque transcurría el tiempo y Andrés no la rescataba, seguro pensaba así y se puso a chupar, a babear la vergota  del otro hombre más joven,  pero seguía chupando, y cambiando de posiciones, con sus machos nuevos, la intercambiaban, y ella simple, gozaba, engullía, esas vergas como apurada, no quería ser descubierta. Luego la pusieron en cuatro, y ese culito fue estrenado por el viejo, diosssss!!! Ay, ay, ay dios, miooooo! Noooo ah ahs ahsss!!! Siento ¡mucho dolor!!!! Jadeaba,  como cuando pujaba de joven, en el parto de Ivana, ahhhhh no, no, los dos juntos, nooooo, ah ayyyy no, mmmmno, mmmmm ahghghgg paren, no, y se la metieron , hondo, un rato largo, sacaban y ponían, mete y saca, sin esperar a que ella recupere el aliento, hasta que ambos al mismo tiempo se miraron, muy traspirados, y dijeron si con sus cabezas, y  resuelven correrse dentro de Lorena, el tiempo corrió rapidísimo, pero para ella pareció una eternidad!!! Los chorros de leche entraban por sus entrañas,  sus muslos llenos de marcas de manos que la sujetaban, Ella se sentía ida, sucia, manoseada. Ellos se rieron, la escupieron, derramaron leche en su cara, chorros sobre el cabello y se fueron, ella, recuperó la cordura, se vistió como pudo,  se miró al espejo, uno sucio lleno de manchas y pintura cachada, y al verse sin maquillaje, ¡qué diría.!!!

Finalmente luego de forcejear con la puerta, logra abrir, se asoma, todo el ruido y el bullicio siguió igual. Camino como pudo algunos pasos, sentía que se chorreaba toda, hasta donde estaba yo, ¿hola Andrés? ¿VAMOSA CASA?, si no me digas nada, viste como son los baños de minas, no paraban de hablar y  de usar las cosas, no me dejaban hacer nada.  Nos miramos, juro que  la iba a cuestionar, pero, ya habíamos perdido mucho tiempo. Pero al verla deshecha, seguro el panorama era muy distinto. De coger ni hablar.

Ni digo más palabra, era insoportable, dijo Lorena, déjame llegar y bañarme . Salimos del boliche, la acomode en el auto. Volví y Pague la cuenta,  nos dirigimos  hacia  la casa, en donde Lorena, durante todo el recorrido, se bajaba la mini, para que le cubra, la mayor proporción de piel, posible  no deberías salir le comente, si Andres, seguro mañana, no voy a salir, ahora debo bañarme, sentirme mejor. Llegamos a la casa, se quedó en silencio en el auto, mientras yo abría la casa,  Por un tiempo. Largo, diría, me extraño, estaba apagada,  la abrace La ayudo a subir a su recamara, preparo su ducha, su bañera, desnúdate le dije, y paso hacia el baño, vestida, sin mirarme, nunca pasaba así, ella se desnudaba en la habitación, o en la entrada de la casa…. Pero ella quería solo descansar luego dijo.  Curioso, recuerdo su ropa en el lavarropas, y estaba impregnada, en un líquido pegajoso, y al olerlo, si, era semen,  ¿Qué habrá pasado en el restaurante? Seguía con mis dudas, y me meto en el baño, y abro la puerta de la ducha, le consulto a ella, sobre sus marcas en la cadera, tienes la piel como quemada. Déjame, no me toques, solo me lastime, como me lastimo siempre, solo que no te das cuenta,  Pero había encontrado lastimaduras, que no eran recientes. Claro yo  recordaba lo del parque. De esas marcas, de la mañana me hago cargo, Pero ella no sabía cómo decirme, y nunca lo hizo. Pero hoy estaba rara. Y de repente, volví a oírla, si, Lorena, está bien, ya escuche, ya me voy.

Luego me quede dormido en el sillón, después de más cervezas, me levante en la mañana, y encontré una nota de ella, en la almohada, que se tenía que ir de viaje a un curso.  Que me dejaba solo unos 10 días, que cuide la casa.