Conoci Berta en una fiesta de bautismo y comenzamos a platicar que con facilidad descubrimos que eramos el uno para el otro. Me la cogia con tanto afan y hacia alarde de tal conquista. Los dos eramos avidos en la materia de coger. Cuelando estaba con ella y me dice de la nada «Soy casada» me detuve de inmediato y no podia seguir cogiendola mas. Le reclame por qué no me habia dicho y me contesto porque yo no le habia preguntado, pero al verla sola pense qeu se trataba de una mujer soltera. Berta quiso reanimarme y terminamos de coger, pero no me sentia como antes. Berta se comenzo aparecer por todos los lados y yo casado no sabia que hacer y me decia «Unas de mis fantasias es de coger en la casa contigo» Me asustaba, pero su reto me encendia la pasion de segirle las locuras de ella y me la cogia en su casa, pero con un temor y ella me decia «Yo sé lo que hago John..no te preocupes». A los dias Berta me presento a su marido Humberto. Mi instinto me decia que me alejara de ella y lo hacía, pero no por mucho tiempo y la llevaba a la cama porque era muy rica cogiendo. Berta jugaba uns juegos muy atrevidos que en su casa mientras su marido se bañaba me decia «SOlo metemel la cabeza y me la sacas» Se elevaba la falda y hacia su bragas por un lado dejandome ver esa sedienta raja de pancocha y se la metia, pero me decia que se la hundiera toda y la complacia y se la sacaba. Me iba de la casa y me decia que yo habia estado fenomenal porque le habia complacido y todavia me daba las gracias.

               Fuimos a un baile donde habia sido un exito por el llenaso de gentes que habian asistido y ahi fue el marido de ella, pero este no bailaba porque note que era un aburrido y ella me decia «Por eso es que hago todo esto» Berta buscaba irse conmigo al centro del salon y ahi nos descosiamos a bailar al compas del irtimo loco cuando miraba que Berta me enseñaba sus tetas desnudas para que se las tocara. La gente alrededor ni siquiera se enteraban. Me gustabanl as locuras de Berta y le chupaba las tetas y me preguntaba si me habia parado la pija. Le decia que si y a los segundos me entregaba en mi manos sus bragas y me decia que me sacara el pito y terminaba haciendolo y me decia que la levantara por los aires para ella caer con sus piernas abiertas en mi cintura. Lo hacia y ella con rapides me tomaba la berga para metersela en su panocha y me miraba para decirme si me gustaba. Sentia a Berta bien trabada en mi pija y luego se la sacaba. Me decia a mi mismo que eso era lo ultmio con ella.

               Me alejaba de ella y John me llamaba que ella se sentia mal y que si podia ir a la casa para estar con ella mientras él hacía sus deligencias. Ahi estaba yo cogiendome a Berta en su casa y me decia del placer que sentia cuando alguien decia «Asi los queria agarrar» de una vez mi pito salia de la panocha de Berta, pero esta decia «Hijo que te trae por aca por qué no llamaste?» Berta me presnetaba a su hijo y me decia que su hijo era de confianza, pero me miraba bien raro y preguntaba si su padre sabia algo de lo que estaba sucediendo y luego prefirio hablar conmigo a solas y me confesaba que su papá se habia descuidado de su madre y que si yo la cogia que la cuidara, pero tampoco que no hubiera escandalos en el barrio. Yo estaba muy cagado del susto y su hijo de marcho y Berta me decia «Ese si me comprende» Me vesti y nunca mas volvia a ver a Berta… fuck that!…historia de verdad. solo asi se me fueron las ganas de haber seguido cogiendo con Berta por muy polvo rico que era…pues fue un extremo muy peligroso. Cuidense que los polvos a veces traen malas vibraciones, pero despues de todo Berta fue  un buen polvo. Nunca hay que visitar la casa de un conyuge…pude ser muy peligroso…leccion aprendida.