Por

Anónimo

noviembre 28, 2013

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Perra-esclava del "Perro"

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que había pasado de los besos y las caricias a mis tetas, grandes para mi edad, a dedearme la concha haciéndome sentir sensaciones ricas. Lo malo es que el niñato para probar mi entrega y mi amor, desde hacía un mes me enculaba y descargaba su semen en mi intestino y mientras me obligaba a chuparle los picos a sus dos mejores amigos C y E de su edad, en su casa cuando estaba solo en las tardes después del colegio, solo me salvaba los días sábados y domingos o festivos pues estaba su madre.

Yo debía estudiar pues me estaba yendo en baja en las notas del colegio, sobre todo en biología, desde que era la pololita de M.

A pesar de este compromiso yo tenía un grupo de amigos estudiantes universitarios del mismo barrio, de 18 y 20 años, uno de ellos le ofreció a mis padres enseñarme biología, mi padre muy a la antigua le dijo que estaba bien pero debía cobrar por las clases ya que era su tiempo de estudios el que tomaría para enseñarme y así se llegó a un acuerdo entre ambos.

Este amigo vivía solo pues su madre separada había aceptado un cargo en una empresa extranjera y se había ido, su casa distaba unas siete cuadras de la mía, así que llegamos a un acuerdo a veces él me venía a hacer clases a mi casa, otros días yo iba a la suya, en la primera prueba mejoré mi nota así que todo bien.

Un día que no tenía programada clases con Sergio, me fui como de costumbre a casa de mi pololo, a mi madre no le gustaba nada eso pero yo era llevada de mi idea. Llegué y estaban los tres amigos esperándome, me sacaron toda la ropa y empezaron a jugar con mi cuerpo desnudo. El dormitorio era el del servicio, quedaba en la parte de atrás de la casa, tenía una cama angosta y la ventana estaba sin cortinas, era invierno y el frío se fue rápido con los juegos sexuales, M me puso agachada y me enculó con su pico de niño aún, los otros sacaron los suyos y me los metieron en la boca, se los empecé a chupar pasando el rato sin darnos cuenta, sonó el timbre y nadie hizo caso los picos de mi boca estaban soltando su leche y mi pololo me llenaba el culo con la de él.

«¿Qué mierda pasa aquí?» voz de hombre enojado, casi me caigo pues todos me soltaron y al levantar la vista vi a Sergio con su cara de bulldog, por lo que le apodaban «perro», roja de rabia.

Tomó mi ropa y me la tiró diciéndome

«¡Vistete y vamos!» lo hice y fuimos hasta el living, estaba M solo.

Los muchachitos se habían esfumado.

«Ella es mi polola!» dijo tratando de ser firme

«Polola no es ser puta! Así que no te vas a acercar más a ella o le contaré a sus padres como y en qué estaban, ¿está claro?»

Y cogiendo mi brazo de manera que me dolía me sacó de ahí.

En el camino solo me habló para decir que apenas llegaramos a mi casa, me lavara el culo y los dientes.

Mi madre me regañó porque yo debía estar cuando tenía que estudiar, que era el colmo que mi amigo tuviese que ir a buscarme donde ese niño que ella no soportaba! Fui al baño, me lavé y salí, no me atrevía a mirar a mi amigo. Estudiamos y me dijo que al día siguiente debía ir a su casa a las 15:00 horas, era sábado, muy raro que estudiáramos en fin de semana, pero no me opuse, no me atrevía a decir nada. Solo me llamó la atención que me dijo que usara falda.

El sábado me levanté tarde, me duché y lavé el pelo, me puse pantalones ajustados y polerón, almorcé y tomé mi cuaderno para ir a estudiar a casa de Sergio, caminé sobre mis altos zapatos con terraplen y me saqué la casaca pues me dió calor. Llegué y toqué el timbre, salió a la puerta y dijo:

«Entra está abierto y toma ponle llave» me lanzó por el aire el llavero, hice lo que me dijo.

No estaba cuando entré a la sala de estudios, dejé el cuaderno en el escritorio y lo escuché decir:

«Sube estoy acá!» la voz venía del dormitorio principal que lo ocupaba desde que vivía solo, la puerta semi-entornada y la empujé para abrirla cuando me sentí violentamente empujada sobre la cama y una correa me golpeaba con fiereza el culo y las piernas.

«Noooo, por favor no me pegues más, es por lo de ayer, no me pegues te puedo explicar, ayayayayay…noooo» y lloraba

«No grites puta! te van a oir los vecinos y van a saber lo que eres. No es por lo de ayer, te dije que vinieras con falda estúpida perra!» me dijo furibundo con su voz profunda.

«Perdón, perdón!» decía yo entre quejidos de dolor.

Dejó de darme correazos y a tirónes sacó mi polerón, eso soltó mi largo pelo negro, se lo enrolló en su mano y tironéo mi pantalon haciendo saltar el botón, temblorosa bajé el cierre y pantimedias, braga y pantalón cayeron al suelo, siempre del pelo me hizo agachar para que termina de sacarlos de los zapatos. Ahí recién vi que estaba desnudo y un pico largo y grueso estaba frente a mi cara.

«Este es pico puta! desde ahora vas a ser mi perra y mi esclava sexual, abre el hocico de puta caliente para que lo lamas y lo mames!»

Yo no sabía la diferencia entre lamer y mamar, así que abrí la boca y lo empecé a chupar, me tiró del pelo y dijo:

«Así no puta, lame desde la cabeza a los huevos, mételos de a uno con cuidado en tu hocico y los acaricias con la lengua y vuelves hacia arriba con tu lengua y lames la cabeza, metiendo suave la lengua en la ranura!» Yo iba haciendo lo que me decía porque acariciaba mi espalda con el cinturon y me daba terror que volviera a azotarme.

«Así puta, aprendes rápido!»

Luego me culeó la boca hasta la garganta y creí que me asfixiaba pero no, yo estaba de rodillas ante él durante todo este proceso que me pareció duró mucho hasta que se descargó dentro advirtiéndome que no botara ni una gota o me pegaría otra vez.

Yo sentí que iba a hacer la digestión del almuerzo y le dije que necesitaba ir al baño, me había soltado el pelo y me dijo que fuera y que me iba a limpiar el culo por dentro. Fui al baño y con verguenza tuve que defecar con él mirándome,apreté el botón para descargar la suciedad, me limpié bien y me pasó una manguera que me mostró hasta donde debía meterla en mi culo, total comentó, era del grosor del pico del niño que me enculaba y se rió. Metí la manguera y él levantó el jarro que contenía líquido, mi estómago se hinchó, era más de un litro, me ordenó aguantar y cuando empecé a llorar del dolor de estómago me hizo sacar la manguera y evacué lo que tenía dentro, volvió a repetir la operación, debía salir el agua casi limpia y así fue a la tercera vez. Todo esto lo había excitado otra vez y tenía el pico duro y erecto. Me llevó a la cama y me dedeó el clítoris haciendo que experimentara sensaciones de locura,

«Te voy a culear, pero cuando me ruegues que lo haga y por donde yo quiera. ¿Ya te lo metieron en la raja?» Yo jadeaba y me movía al ritmo de sus caricias, además empezó a lamer y mordisquear mis pezones que estaban duros, gemía de placer y respondí con una voz que casi no salía

«Noo, no me han metido nada en la raja!»

«¿Segura? porque estás acabando como la más caliente de las perras en celo!»

«Agh! por favor culéame te lo imploro, ya méte tu pico en mi concha o donde quieras!» y jadeaba más fuerte intercalando gemidos de gozo.

Se puso entre mis piernas, las elevó hasta sus hombros y apoyó su gran cabeza en mi anillo del culo, tomó su pico y lo humedeció en mis jugos que ya caían hacia atrás y me mordí el brazo cuando me lo clavó, mis ojos se abrieron y largué un quejido y dije:

«Me duele, me duele!»

«Te lo saco y sigo jugando con tu clítorís»

«Noo, no lo saques, mételo todo» casi suplicando dije esto.

Así lo hizo y creí que me partía en dos. Se quedó dentro quieto y no supe si era mi recto el que latía, su pico o ambos, pero se sentía caliente mi hoyo. Luego el saca-mete-saca. Lo sentía como un tronco en mi culo pero me gustó y lo gocé como loca! El bufaba y gruñía de placer hasta que se vino su torrente de leche en mi intestino, ahora sí era bien adentro y prueba de ello es que no me salió nada cuando sacó su rica verga de mi agujero que estaba adolorido y abierto.

«Vamos a descansar un rato, llama a tu casa yo les explico que estamos atrasados en materia y que te voy a dejar cuando hayas aprendido todo» tomó el teléfono y marcó a mi casa, yo estaba tendida en la cama y él con malicia me empezó a chupar y morder las tetas, me costó hablar pero lo hice y rápido le pasé el fono, mi madre le dijo que ella confiaba en él y que cuando estimara conveniente me llevara, pues era mejor que estudiara antes de andar en fiestas por ahí! Empezaba a caer la tarde.

«Baja a la cocina, me preparas un café con leche y un sandwich» yo quise ponerme algo encima y me dió un palmazo en las nalgas»no vas a ponerte nada solo los zapatos, vás así desnuda, eres mi esclava ¿o se te olvidó?»

Se paró tomo el cinturón y me dió cuatro correazos teniendome firme de un brazo.

«¡Ayayayayay, no, perdón amo, perdón!» exclamé

«Me gusta que me digas amo ¡perra caliente!»

Bajé, busqué una bandeja y preparé lo ordenado, ya sabía cómo le gustaba el café e hice un barros jarpa en pan de molde. Subí con cuidado de no desparramar nada y le pasé su bandeja. Me ordenó sentarme en el suelo a su lado y comió muy tranquilo. Cuando terminó me pasó la bandeja y me ordenó dejar todo limpio y en su lugar, así lo hice. Me silbó como se silba a un perro y subí.

«Párame el pico para culearte puta!»

Se lo lamí con mucha dedicación, me encantó eso de meter sus huevos en mi boca. Lo mamé y muy rápido estaba listo, me hizo sacarme mis zapatos y ponerme en cuatro patas arriba de la cama, me pasó una toalla para que mordiera pues me iba a doler, yo estaba ya mojada así que poso su cabezota en mis labios vaginales y empezó a luchar para abrirme, mi virgen agujero se resistía ante el embate de ese intruso grueso y largo, gemí, lloré y eso lo excitó más, una fuerte embestida y sentí como mis tejidos parecían crujir, a la segunda algo se rompió adentro y mordí la toalla para ahogar mi aullido, esta vez no espero nada, estaba enloquecido por haberme desvirgado y entraba potente y muy fuerte, al poco empecé a sentir placer y dolor, hasta que al fin solo fue el placer. Era de noche cuando me llevó a la ducha y nos bañamos, mientras me lavaba mi concha volvió a excitarse y haciendome hincar en la tina, me dijo:

«Mama perra, es hora de tomar tu leche!» se lo chupé hasta que se vino su leche en mi boca y la bebí con ansiedad.

Fuimos al dormitorio y mientras nos vestíamos me dijo:

«Pon atención a tu reglamento, eres mi puta, no mi polola ni nada que se parezca, vas a venir a culear con falda, medias cortas, tacos altos sin calzones, vas a estar lista para salir cada vez que yo te lo mande, eso incluye escaparte por la ventana como haces cuando no tienes permiso para salir y sales por la puerta de servicio a la calle lateral, ahí estaré yo. ¿Como vas a saber? todas las noches vas ponerte un juguete vibrador en la concha, yo tendré el control y cuando empiece a vibrar debes salir, eres mi esclava, si nos encontramos en una fiesta y a mí no me gusta el tipo con el que estés, te subiré la ceja derecha y te irás del lugar a tu casa, si quiero que te culee un amigo te lo presentaré como SL, siempre lista, e irás con él donde te lleve. Si estoy con mi polola no vas a mirarla a la cara. Voy a seguir haciéndote clases en tu casa y debes estar con falda y sin calzones para dedearte y debes estudiar porque las demás veces solo te voy a usar o te usará alguien que yo te mande. ¿Está claro perra? porque no lo voy a repetir y un error serán 10 correazos en tu culo»

«Sí amo»

Me fue a dejar y se fue sin decir nada más.


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2 respuestas

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