Por

Anónimo

noviembre 23, 2013

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Soy fácil desde niña

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Hoy soy mayor de edad, y estoy segura que nací fácil para dejarme coger.

Aún recuerdo mi primera penetración cuando tenía 11 años con mi vecino de 14 años, lo recuerdo como si fuera sido ayer, cuando en las escaleras del edificio como casi siempre nos reuníamos a platicar y a jugar.

Un día tocamos el tema de nuestros padres divorciados y que ambos vivíamos con nuestras respectivas madres.

El me preguntó si yo había visto a mi mama dormir con otro hombre, yo le respondí que en una ocasión, aunque había sido en varias ocasiones y con diferentes hombres y que los gemidos y el rechinar de la cama me despertaban muy seguido.

Le pregunte y tú, el me respondió que también, pero que el por lo que escuchaba, había aprendido como hacer feliz a una mujer.

Ingenuamente o quizás no, le respondí que como con solo el escuchar había aprendido como hacer feliz a una mujer.

Me dijo para demostrártelo, tienes que prometerme que no nadie lo sabrá, toda llena de curiosidad se lo prometí, además me pedio que me dejaría hacer lo que él quisiera.

Dude por un momento pero le prometí que me dejaría hacer lo que él me pidiera.

Estaba segura que él me pediría hacer lo mismo que yo había visto hacer a mi mama y que ella gozaba tanto.

Ese día traía un vestido amplio azul, puso su mano poco arriba de mi rodilla, se acercó como nunca antes lo había hecho y me beso en la boca, intento meter su lengua pero yo lo rechace.

Me miro a los ojos y me dijo muy serio, prometiste dejarte hacer lo que yo quisiera, baje la vista y le dije, está bien hare lo que quieras.

Me levanto la cara acerco sus labios y metió su lengua en mi boca, poco a poco yo fui tocando su lengua con la mía hasta que abrasados muy fuerte en el escalón de la escalera.

Nuestros cuerpos estaban más juntos como jamás lo habían estado y en lugar de sentir que nos besábamos, pensaba que nos lamiamos la boca.

Empecé a sentir sin dejar de abrasarlo, que su mano poco a poco se iba acercando a mi entrepierna, hasta que con su dedo gordo sobre mi pantaleta, empezó a acariciar mi vagina.

No sé cómo explicar lo que sentí, pero fue la primera vez que empecé a sentir húmeda la pantaleta de algodón que traía.

Poco después puso la palma de su mano sobre mi vagina y la empezó a apachurrar, me dejo de besar y empezó a besar mi oído, me provocaba escalofríos y me hacía reaccionar con movimientos como pidiéndole que tocara con más fuerza mi vagina, que apenas empezaba a esbozar sus primeros vellos.

Al oído me volvió a recordar la promesa hecha de dejarme hacer lo que él quisiera, en voz baja le pedí que continuara, no sé si desde chiquita salí puta, porque estaba gozando como me acariciaba la vagina.

Poco después me dijo al oído en voz baja que me haría suya, eso me éxito más, me empecé a sentir incomoda porque se daría cuenta que mi vagina que escurría mojaba mi pantaleta.

En medio de sus besos y sus caricias, le pregunte que significaba que me haría suya, él me dijo no se pero así se dicen, me siguió tocando y besando.

Hizo a un lado mi pantaleta y empecé a sentir como uno de sus dedos haciendo a un lado mis labios vaginales con toda la intención de penetrar mi vagina, me quise resistir, pero recordé que mi mama gozaba cuando a ella se lo hacían.

Me dio miedo, ya que había escuchado sobre la virginidad, no me importo y me deje seguir tocando.

Recordé que mi mama tocaba la verga de sus parejas sobre el pantalón, así que puse mi mano en su entrepierna.

Sentí que algo estaba duro y se lo empecé a apretar, el me soltó y me dijo vamos a mi casa, mi mama aun tarda en regresar.

Subimos rápido y llegamos a su habitación, cerró la puerta con seguro, de inmediato se me acerco y muy pegadito, me empezó besar abrazándome muy fuerte.

Me empezó a desabrochar el vestido y mientras lo hacía, me pidió que le bajara el zíper y le que le sacara la verga.

De inmediato accedí, cuando sentí en mi mano su verga caliente, me apresure a sacarla, me separe de el para vérsela.

Recordé que mi mama que después de que se las sacaba, se la ponía en la boca y se la empezaba a chupar, así que me arrodille y se la empecé a besar, no sé cómo, pero en pocos segundos aprendí, ya se la estaba chupando tan fuerte que se escuchaban los chupetones que le deba.

Que fácil fue aprender a chupar y a chaquetear esa verga delgada pero bien dura, hoy sé que su verga estaba circuncidada, porque su cabecita estaba desnuda.

Mientras se la chupaba, el me tocaba el pelo respiraba muy exaltado y me decía más, dale más, me la saque de la boca y le pregunte que más quieres y me respondió no sé, pero así dicen.

Yo continúe jalando y mamando su delgada, larga y dura verga, ya no solo se la besaba sino me hacia el mete y saca en mi boca, no sé cómo aprendí tan rápido.

Poco después me ayudo a pararme, y continuo desvistiéndome, me quedes solo con mí pantaletas de algodón y mi corpiño que apenas enseñaba que están creciendo mis pequeños senos.

El empezó a desvestirse hasta que quedo totalmente desnudo, veía su verga bien parada, se me acercó y en medio de besos me quito el corpiño, se separó y me empezó a mirar el pecho.

Se agacho, acerco su boca a mis pequeños senos y los empezó a chupar, lo hacía de tal manera que yo sentía riquísimo.

Poco después bajo mi pantaleta, no sin antes poner su cara entre mis piernas, me pidió que abriera las piernas, se agacho más y empezó a besar alrededor de mi vagina que aún era virgen y con muy, muy poco vello.

Empecé a sentir su lengua que intentar penetrar mis estrechos labios vaginales, empecé a jadear como nunca lo había hecho.

Poco después se levando y me recostó en su cama y me dijo, aquí necesito tu ayuda, mi verga debe entrar en tu rayita, yo le pregunte que como, él me dijo yo he visto que mi mama agarra la verga de su pareja y se la pone en su vagina para que se la metan.

Así que le agarre y con mis piernas poco abiertas, me puse la puntita de su verga en medio de mis labios vaginales, para esperar que en cuanto el quisiera empezar a empujar su verga dentro de mi vagina.

En cuanto empecé a sentir que su verga penetraba mi vagina, le pedí que lo hiciera despacio porque temía que me doliera.

Estaba tan lubricada, que cuando empezó a meterla y sacarla de mi vagina, empecé a gozar de lo rico que sentía.

Le pedí que no lo hiciera tan fuerte porque me lastimaba, pero no le importo, y yo sentía cada vez más gruesa su verga, que llenaba por completo mis entrañas.

Jamás sentí cuando rompió mi limen, pero deje que siguiera metiendo y sacando su verga, que me hacía sentir mujer, sentía riquísimo, al saber que mi cuerpo era partido a la mitad por aquella verga.

Gozaba y gozaba al sentir que mi cuerpo era penetrado por la verga de un hombre, que cada vez se movía más intenso.

Abrí más las piernas, él decía que rico siento, yo le decía que rico, dame más, estoy segura que ninguno de los decía lo que sentía.

escuchaba su respiración muy exaltada, yo sentía que el corazón se me salía, hasta que él dijo, creo que algo me va a salir de la verga, síguete moviendo igual, yo no podía para el movimiento de mis caderas ya que estaba sintiendo muy rico el mete y saca que me hacía.

Hasta que sentí algo caliente que llenaba mi pequeña vagina, poco después recostó su cuerpo sobre el mío y me dijo, es la primera vez que lo hago con una mujer.

Yo me sentí alagada con sus palabras, y le dije, me dejas chupártela como lo hace mi mama, se voltio y con su verga un poco menos dura, me la metí en la boca y se la chupe hasta que sentí que se la había limpiado, goce saboreando los fluidos de que nuestros cuerpos habían escurrido

Lo hicimos varias veces más, incluso me pido que se la mamara hasta que terminara en mi boca y eso me focino, en otras ocasiones intento cogerme por el ano como varias veces había visto a mi mama que se la penetraban, pero yo no lo aguante y ya no lo intentamos más.

Casi dos años los estuvimos haciendo, cada vez con más ganas y más deseo, hasta que su mama decidió cambiarse por cuestiones de trabajo.

Poco después, tuve sexo con muchos de mis compañeros de clase, algunos la tenían más grande o más gruesa, otros se movían mejor, pero me di cuenta que me estaba haciendo fama de chava fácil, así que deje de coger con los compañeros de mi salón y busque hacerlo con amigos fuera de la escuela, porque estoy segura que nací caliente y fanática del sexo.

Aunque no volví a saber de él y ahora estoy casada y no soy muy fiel que digamos, en mis noches de calentura lo recuerdo con ganas de volverlo a ver.


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3 respuestas

  1. wess159

    muy buena historia amiga

  2. nindery

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  3. helenx

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