camino al terminal de buses suburbanos, me esperaba un amigo con ventaja en una playa, decidí tomar un taxi, y no se veía ninguno, mi equipaje reducido molestaba igual, estaba desesperada y casi a punto de devolverme a mi casa cuando ví un taxi libre, se paró en la acera y subí.

Mi ropa estaba para estrujarla, el chofér me pasó un plástico para sentarme y que no le mojara el asiento, su voz grave lo hizo en tono de mando.

Le dije que iba al terminal y el manejó en silencio aunque sentía sus ojos oscuros recorrer mi cuerpo y brillar, era tarde y de pronto un atasco, vaya pensé para mí, molesta, voy a perder el bus, busqué mi celular y llamé a mi hombre:

«Amor estoy en medio de una congestión, no sé si alcance a llegar hoy, pero te deseo y haré lo que esté en mis manos»

Él me dijo que debía haber viajado el día anterior y yo le recordé la prueba que tuve en la U, me cortó molesto.

«Voy a tomar un desvío» me sobresaltó la voz del chofer.

«Bien la cosa es llegar» respondí.

Y me dejé llevar, cuando me dí cuenta que estábamos en un lugar de campo y le dije:

«Oiga! ¿dónde estamos? Vuelva a la ruta original»

«Estás caliente pese a estar mojada por fuera» me respondió.-«Ahora te bajo las fiebres putita»

«¡Qué se cree! déjeme en un lugar donde haya locomoción, roto maleducado y puntudo!»

«Me gustas así brava» dijo y se metió en una entrada de auto.

Traté de salir pero estaba con seguros, quise pasar adelante pero justo estaba ahí otra vez y de un empujón me dejó tirada en el asiento.

Empecé a gritar y él se reía bajito, estacionó y me tomó del pelo diciendo:

«¡Grita gata en celo, grita me calientas más! aquí estamos solos y no hay nadie en muchas cuadras a la redonda, vamos grita!»

Yo me puse a suplicar que me dejara, que mi novio iba a dar aviso a la policía, que iba a ser un problema para él. Mientras yo intentaba convencerlo él, arrodillado en el asiento delantero, con la mano libre desabotonaba mi impermeable y a tirones lo sacó,luego vino mi sueter, para ello sacó de su bolsillo una navaja y eso me dejó muda, sin soltar mi pelo cortó la ropa que me cubría y saltaron mis tetas desnudas.

«Ricas están, para ser comidas y usadas tus tetas! Bien ¿te sacas el pantalón y todo lo que tienes abajo o te lo corto?»

Me apresuré a desabrochar y en la incomoda posición que estaba me saqué todo quedando totalmente desnuda.

«Bien me gustas así obediente. Ponte las botas y abre la puerta de que está a mi lado» Ordenó

Lo hice y él salió, cambió de manomi pelo y abrío la puerta del auto sacándome de un tirón, sentí el agua en mi cuerpo desnudo y rápido entramos a una casa, me llevó siempre tirando de mi pelo como si fuese una rienda a un dormitorio, sencillo pero limpio.

«Ponte de rodillas y sácame el pantalón y el boxer», así lo hice ya estaba entregada, casi subyugada por esa voz de hombre áspero, profunda, cuando le saqué la ropa interior un ojo en la cabeza gruesa, muy gruesa de una polla me enfrentó.

«Abre la boca!» lo hice y me mandó a guardar su pedazo de pollón adentro, gemí pues me dolió la boca al tenerlo dentro y era solo un poco del total, con la mano que sostenía mi pelo me marcó el ritmo y empecé a mamarlo.

«Te gusta puta, así, así»

Lo próximo que tuve consciencia era que lo tenía encima desnudo, me había soltado el cabello y me ponía las piernas dobladas casi en mi pecho.

«Puta estás mojada entera con tus jugos, y mojó sus dedos en mi concha y me hizo chuparlos, luego me volvió lo ca comiéndome la concha, mordiéndo el clítoris, tirando mis labios internos hacia afuera con sus dientes, que eran como pinzas que se adherían a mi carne y me hacían gemir de dolor y placer, él daba resoplidos de calentura.

«¿Quieres polla puta? Pídela a gritos, dime que eres mi perra caliente que te taladre ti zorra y te rompa el culo, que haga contigo lo que se me dé la gana, grita perra, pide!!»

Y yo lo hice:

«Ya métela entera donde quieras pero por favor dame tu pollon rico y duro, dame ya, soy tu perra en celo, soy tu esclava, dame, dame!»

No terminé de pedirlo y me embistió de un golpe por la concha, grite de caliente y de dolor, pero no se quedó ahí, su pollon fue a mi culo y vi burros de colores, le costó entrar y eso hizo mayor el dolor y el placer pues sus dedos estaban follando mi zorra y el pulgar batía mi clítoris!

Fue una locura de pasión desbordada.

Cuando me tenía ensartada por la concha sonó mi celular y me hizo responder, yo gemía y acesaba:

«Aaalooo! ¡ah más más!»

«¿Que haces loca?»

Mi amigo ocasional.

«Está con los ojos blancos porque me la estoy culeando amigo, no molestes!» le dijo el hombre que me dominaba a golpes de falo, y le cortó.

Ese fin de semana fue glorioso. Joaco, mi nuevo hombre me tuvo los tres días a su servicio.

En la mañana del cuarto día me hizo vestir y me llevó a mi casa. Me quitó mi celular y me dió otro, sus instrucciones fueron a la hora que él quisiera debía estar disponible para él ya que era mi dueño y amo, si no lo hacía me exponía a un fuerte castigo.

Y bueno aquí estoy, son las 03:30 am y él viene a buscarme, debo estar con un vestido sin nada abajo para ir a nuestro nido de pasión. Mañana tengo una prueba en la U, pero deberé excusarme o conseguir un certificado médico, voy a estar hasta que mi amo quiera sirviéndole y gozándole.

Castigo? no he tenido hasta aquí, siempre estoy dispuesta y caliente para mi dueño y señor.