A raíz de leer muchas de tus historias y otros autores me gustaría intentar tener sexo con mi hija, no se si puedas ayudarme.

Su nombre es Tania

Somos de Perú

Mi nombre es Gustavo

Tengo 47 años y ella 23

Soy divorciado y cuando mi hija cumplió los 18 se mudó conmigo.

Su madre y yo nos separamos  hace 10 años cuando ella tenía 13 años.

Solo somos ella y yo en casa.

Ella estudia en la universidad, está en su último año de la carrera de historia.

Yo trabajo casi todo el día, por lo que solo coincidimos un rato en la mañana a la hora de desayunar y en la cena, así como fines de semana.

Somos muy cercanos, pero normal, un abrazo de vez en cuando, besos en las mejillas, y salidas a algunas reuniones familiares, pero solo eso y la verdad se parece mucho a su madre cuando era joven y esta comenzando a prenderme cuando la veo en pijama por la casa.

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Me facilitó el correo electrónico de su hija, yo me puse en contacto con ella y después de intercambiar muchos correos y con muchas dudas por su parte, conseguí que aceptara tener sexo con su padre, pero siempre que fuera el el que tomará la iniciativa.

Yo se lo comuniqué al padre y el, aunque muy nervioso, me dijo que estaba decidido a hacerlo.

Al parecer se atrevió a dar el primer pasó, estando sentado en el sofá del salón, con su hija dormida apoyando su cabeza sobre sus piernas esto fue lo que me contó :

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Hola Tomas, te cuento lo que me pasó con mi hija.

Estábamos sentados en el sofá del salón viendo televisión y mi hija se quedó dormida con su cabeza apoyada en mis piernas y pues yo me dije:

Ok es ahora o nunca.

Me siento culpable por tocar a mi bebé mientras está dormida, pero no aguanto las ganas de tocarlas esas piernas y ese culo, y ver así sus pezones marcados me está poniendo la verga durisima.

Que pase lo que tenga que pasar, aunque espero no se despierte, no se como reaccionaria ella.

Mientras estaba recostada sobre mis piernas y confirme que estaba dormida, comencé a tocar sus piernas y no hizo nada.

Vi que se marcaban sus pezones y comencé a frotarselo sobre su blusita y se pusieron más duros y parados.

Como vi que seguía dormida bajé el tirante y en efecto no llevaba brasier.

Tiene unos pezones rosarinos deliciosos, puntiagudo.

Me calenté mucho y no aguanté, llevé mis manos hacia su culo y subí su faldita.

Mi dios, llevaba unos cachetes de encaje que se clavaba entre su culo, así que intenté hacerlo a un lado para sentir su coñito y sentir su calor.

Me dio miedo porque se movió y pensé que se había despertado o se estaba haciendo la dormida, porque de repente se acomodó y su coñito quedó más al alcance de mis dedos, así que comencé a frotar su coñito y estaba húmedo.

Me volví loco y metí mi dedo, pero en eso se despertó, solo alcanzó a decir:

– Papi que me haces?

Se levantó y salió hacia su cuarto sin decir otra palabra.

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Ella se fue a su dormitorio, se encerró y me mando a mi un correo diciendome que su padre la había tocado, cuando ella se había hecho la dormida, pero que de pronto la habían entrado dudas y se había encerrado en su cuarto.

Yo la dije que su padre había hecho lo que ella me había dicho que hiciera, tomar la iniciativa.

También la dije que su padre me había dicho que iría a su cuarto para ver si lo dejaba entrar.

Y esto es lo que me contó luego su padre que había pasado.

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Muchas gracias Tomas, en efecto lo logramos.

Tardó en abrirme el cuarto casi una hora, pero cuando por fin me abrió, le pedí perdón por haberla tocado, pero le dije que ya no aguantaba más, que llevaba tiempo deseandola, que la amaba y me parecía la mujer más guapa de este mundo y que no podía dejar de pensar en ella, que tenía por lo menos un año de sufrir en silencio por mi deseo por ella.

Me dijo que nunca se lo imaginó y que nunca se dio cuenta de nada.

Le dije que era lo que más amaba en este mundo y que no quería separarme nunca de ella, que desde el divorcio con su madre nunca me fije en ninguna mujer, porque mi prioridad siempre fue ella.

En ese momento me acerqué y la abracé.

Ella estaba temblando, así que la apreté fuertemente hasta que paro de temblar.

Cuando la sentí más relajada le dije que si ella no sentía lo mismo que la entendía, pero que yo nunca iba a dejar de amarla y nunca buscaría a nadie, por que solo tenia ojos para ella.

La tome por la barbilla y la besé tiernamente en los labios.

Noté como se asustó pero no se retiro y después de unos segundos respondió el beso.

En ese momento mi cabeza estalló, sabía que era todo o nada, así que la tomé por el culo y la cargué sujetando directamente esas nalguitas cubiertas solo por el cachetes de encaje y la faldita.

La llevé contra la pared recargando todo mi cuerpo contra ella y comencé a besar su cuello.

Ella no dijo nada durante un largo minuto  hasta que soltó un par de gemidos.

Le susurré al oído que  deseaba hacerla mi mujer y ella solo pudo decir con voz entrecortada:

– ¿Eso es lo que deseas papi?

Escuchar es vocecita diciéndome papi, mientras le devoraba el cuello y sujetaba sus firmes nalgas, ya me tenia con la verga durisima.

Le dije que sí, que es lo que mas deseaba, que quería demostrarle cuanto la amaba.

Ella solo asintió con la cabeza y entonces la puse sobre su cama y me quite la ropa.

Ella no se movía, me puse entre sus piernas y comencé a frotar su coñito sobre su ropa interior.

Cuando noté que se mojaba hice a un lado su cachetero y comencé a lamer su coñito y a jugar con sus te titas.

Frotaba sus pezones por encima de su blusita de tirante y notaba como los tenía duros, no tardé en bajarle totalmente la blusa y comencé a lamer sus ricos pezones rosados y apretar sus tetas.

Mi hija ya estaba entregada Tomas, no oponía resistencia y dejaba que la besara, acariciara y lamiera su cuerpo.

Ya solo el cachetero es lo único que se interponía entre mi más grande deseo y no hubo vuelta atrás, le quite el cachetero y comencé a penetrarla.

Primero fue muy tierno, tenia miedo de asustarla o se sintiera solo usada, pero la verdad después de cogerla de misionero y ver su cara, primero sorprendida y luego tierna pero se cubría la cara con sus brazos y manos, aun estaba avergonzada, quise probar hasta donde llegaría mi bebé y levante sus piernas sobre mis hombros y comencé a penetrarla más duro y rápido, ahí fue cuando ya la escuche gemir sin tapujos.

La escuchaba jadear y gemir, vi como con sus manos buscaba agarrarse de las sábanas y las apretaba tras cada embestida y yo podía ver mi verga entrar y salir de su coñito, y ver como sus tetas rebotaban mientras empujaba mi verga en su interior, y continuaba el mete saca que de pronto sonó mil veces mejor mi bebe estaba escurriendose y mis arremetidas se escuchaban como chapotear mi verga en su coño de tan mojado que estaba.

Estuve a nada de correrme en su coño, pero yo quería seguir cogiendo a mi nena.

Fue cuando decidí ponerla en 4 y penetrarla más duro, ver el culo de mi bebé empinado frente a mi, con su coñito bien abierto, me tenía loco y me di cuenta que a ella le encantaba duro y en esa posición porque fue ahí cuando ella comenzó a pedir que la cogiera.

Escucharla decir:

– Así papi, así, sigue, cogeme,

Fue lo mejor, lo único malo es que me excitó tanto que me corrí en 5 minutos más o menos.

Pero a pesar de desear llenarla de mi semen mi instinto hizo que sacara mi verga y me corriera en su espalda y culo.

Pero  no tardé en volverme a poner duro viendo mi semen sobre el culo de mi hija, así que la tomé y la llevé hacia la orilla de la cama, hice que quedara de rodillas en el suelo y ella empinada sobre la cama, la tome por las muñecas y comencé de nuevo a coger a mi bebé.

Escuchaba como mis huevos se estrellaban contra sus nalguitas y ya en esa posición olvidé que era mi bebé, la tomé por el cuello y le clave mi verga hasta el fondo, eso le gustó, porque gimió delicioso y sus piernitas le temblaron.

Después la levante, ella de espaldas a mi y levante su pierna sobre la cama y así comencé a penetrarla mientras abrazaba sus dos tetas, pellizcar sus pezones y comencé a besar su cuello, chuparlo, besar su deliciosa boca.

Ambos ya estábamos sudando pero ninguno quería parar y cuando sentí que me corría hice que se hincar a que me la mamara y antes de venirme la saqué y me masturbe hasta correrme en sus tetas.

Estuvimos cogiendo más de dos horas, hasta que ambos caímos rendidos y nos quedamos dormidos.

Justo hace un rato desperté y salí de su cuarto y vi que me escribiste, ella continuaba dormida hasta hace media hora.

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Luego recibí este otro correo del padre:

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Después de escribirte escuché que salió de su cuarto, me asomé e iba en pijama de short corto y blusa de tirantes hacia la cocina por algo para beber.

Esperé que fuera de regreso a su cuarto y cuando entró, entre a su cuarto y la arroje boca abajo en su cama

No alcanzó a decir nada porque inmediatamente tape su boca y comencé a sobar ese culazo con la mano que tenia libre y a bajar su short.

Traía una tanga diminuta de encaje, cuando se dio cuenta que era yo comenzó a moverse tratando de soltarse pero tome sus brazos y los puse hacia atrás en su espalda y la sujete con fuerza, le quite la mano de su boca y me decía:

– ¿Papi que haces?

Esas palabras me prendieron aun mas y le arranque el short, mi verga estaba durisima y al ver su culo ya solo cubierto por una micro tanga me monte sobre ella, hice a un lado su tangan y inicié frotando su coño pero no aguante y de inmediato le metí dos dedos, se retorcio porque estaba bien cerrada y nada humeda, solo sentí como aguantó un gémido y contuvo sus gritos.

Continué el mete saca de mis dedos y tenias razón se ve que lo estaba deseando por que no tenia ni tres minutos y ya estaba mojada  y no hacia mucho esfuerzo por quitarme de encima de ella, la putita estaba dejando que la tocara.

No aguante más y saque mi verga, terminé de jalar su tanga hacia un lado y comencé a penetrar su conchita apretada, pero no fue como la otra vez, esa vez le hice el amor a mi nena ahora quería cogerla duro, quería ver como disfrutaba mientras mi verga le abría esa conchita hasta lo más profundo, así que metí mi verga de golpe y comencé un metesaca frenético, quería que sintiera mi verga partiéndose.

Solo escuchaba sus gemidos y mis huevos estrellándose contra su culazo.

Ella ya no decía nada solo gemia descontrolada y movía su culo empujándolo contra mi verga, así que la levante un poco la puse en 4 con el culo bien parado y la puse justo a la orilla de la cama.

Al ver así su culo y su conchita ya hinchada solo pude poner saliva en mis dedos y lubrique su conchita antes de seguir penetrandola aún más duro.

La tomé de su cintura y la jalaba hacia mi mientras empujaba mi cadera lo más duro que podía para reventar su concha.

En eso la muy puta ya no aguantó más, volteó y me gritó:

Cogeme el culo papi, quiero tu verga en mi culo.

De inmediato saqué mi verga de su conchita, puse la cabeza de mi verga en su ano, la empujé y entró más fácil en su culo que en su coño.

Resulta que la muy puta tiene el culo más abierto que la vagina.

Ya ninguno de los dos teníamos control parecíamos un par de perros cogiendo.

Yo solo quería terminar en su culo y ella solo gemia y movía su cadera empujando, queriendo que mi verga entrará más y más.

La muy puta solo gritaba:

– Así, así, cogeme más duro, más duro.

No aguanté mucho Tomas, escuchar la voz de mi nena gritandome cogeme más duro hizo que me corriera más rápido que de costumbre y decidí no soltarla y llenarte el culo de semen.

Ya que me corrí en su culo la voltie boca arriba y le dije:

– Así van a ser las cosas a partir de ahora, tu culo solo será de tu papi putita.

Ella solo asintió con la cabeza mientras se mordía los labios.

Justo ahora se está bañando.

Después de llenarle su culo de semen solo me dijo:

– ¿Papi puedo bañarme?

Totalmente como sumisa pidiéndome permiso, le dije que si y estoy aprovechando para escribirte en lo que sale y continuo cogiendola toda la noche.