Mis abuelos se fueron de viaje por una semana y me dejaron a cargo de su enorme casa. Piscina, plantas y perros que cuidar. La casa se encontraba en un vecindario privado, de gente adinerada, la mayoría ancianos retirados; así que no había mucha esperanza de invitar a nadie joven así que pensé en mi primo Danilo.

Unos 4 años mayor que yo, Danilo era corpulento, moreno, alto, con barba, muy buenos músculos pues iba al gimnasio con regularidad y una voz de macho muy muy gruesa.

No miento, siempre me había imaginado a mi primo desnudo. Teníamos una confianza excelente pero nunca nos habíamos sobrepasado uno con el otro.

Así que lo invité para que me hiciera compañía.

Unas horas más tarde mientras me fumaba un cigarro en la ventana, veo a mi primo llegar.

Para mi sorpresa, había traído a alguien!

—Hola primita! Espero que no te moleste que mi novia nos acompañe.

—Para nada mi amor! Bienvenidos, pasen.

—Te presento a Andreina, mi hermosa novia.

Me dice y yo la miro a los ojos y de una me excité. Era una chica hermosa, blanca muy blanca, cabello largo hasta las caderas pelirrojo, grandes labios y unos ojos marrones brillantes que sobresalían con sus lentes.

—Un placer. Gracias por invitar a Danilo! Siempre que me habló de su primita, pensaba que eras una adolescente.

—Jajaja… Pues creo que tengo bastantes años de experiencia. Le digo invitándolos a pasar.

A pesar de que Danilo y yo éramos primos, mi familia paterna y él no se llevaban muy bien así que eso también implicaba adrenalina. El hecho de que nadie nos vea aquí.

Pasamos el día en la piscina, disfrutando del sol y la brisa de verano hasta que llegó la noche. Armamos una fogata y nos sentamos los 3 alrededor de ella mientras tomábamos vino.

—Gracias por venir. Me hubiese sentido muy sola en esta gran casa. Además siento que los 3 nos podemos divertir mucho estos días. Es más, juguemos verdad o reto!

Danilo y Andreina se miran a la cara y no dudan en aceptar al mismo tiempo.

—Comienzo yo! —exclama Andreina.

—Verdad o reto? —me pregunta y se muerde los labios.

—Verdad. —respondo con mucha seguridad.

—Mmm… ¿Es verdad que has estado mirándome el culo todo el día?

Wow! Jajaja. Qué? Me sonrojé de inmediato y mi primo se me quedó mirando un poco confundido.

—Sí, es verdad. No lo niego. Tienes un culo precioso y me disculpas.

—No sabía que te gustaran las mujeres! Me dice Danilo.

Hice un gesto de desentendimiento y procedí a preguntarle a Danilo:

—Verdad o reto?

—Mmmm elegiré reto.

—Te reto a que le manosees las tetas a Andreina para que yo mire.

Los dos comenzaron a reír y yo me puse nerviosa. Quizás fui muy lejos muy rápido, no sé. Pero el ambiente estaba para eso: disfrutar. Y yo quería verle las tetas a la novia de mi primo.

Entonces se levantó de su asiento y se colocó detrás de ella. Desató su bikini y salieron sus pezones rosados al aire. Andreina tenía senos pequeños pero muy lindos. Comenzó a masajearlos y a apretarle los pezones poco a poco. Ella solo mantenía su miraba clavada en mí mientras yo le daba pequeños sorbos a mi copa de vino tinto.

De un momento a otro, ella soltaba un pequeño gemido y eso hacía que mi piel se erizara sin parar.

—Ya Danilo, para. Es mi turno. Espetó Andreina entre gemidos.

—Verdad o reto?

Sé que ya ella se dio cuenta de que la deseo, vamos a ir con todas esta vez. Pienso y elijo reto inmediatamente.

—Te reto a que Danilo te haga lo mismo a ti…

???

Me reí y dije:

—A ver, es mi primo pues. Nos vimos crecer! Nunca nos hemos visto desnudos.

Danilo permaneció en silencio y Andreina le dirigió la palabra:

—Verdad o reto?

—Verdad.

—Quieres verle y sentirle las tetas a tu prima o no?

—Pues, la verdad es que si…

—Viste! Vamos, déjate llevar. Disfruta nada más, yo sé que Danilo va a saber complacerte. Y sé que yo también puedo complacerte pero compláceme tú a mi, si?

Ufff!! Qué perra! Me fascina…

—Bueeeno si ustedes están de acuerdo, yo también!

Les dije y me acomode para que Danilo se acercara y empezara a jugar con mis senos. Mi cara de deseo iba dirigida solamente a la cara de deseo de Andreina. Su cabello pelirrojo adornaba su pecho y se veía espectacular sentada frente a mi. Parecía una sirena extasiada dejándose llevar por sus deseos…

Mientras que mi primo me estaba tocando los pezones, bajé mi mano para desabrochar el botón del short que llevaba puesto y meter mi mano para tocarme por encima del bikini.

Ahhmmh! Solté un gemido cuando Danilo apretó fuertemente mi pezon derecho.

—Ya! —Dije.

Danilo dejó de tocarme y procedió a sentarse al lado de su novia.

—Hagamos un brindis.

—Por el placer! —exclamé, y las dos nos levantamos, y brindamos.

—Salud!

—Sigamos jugando chicos, que apenas me estoy empezando a divertir. Además, me toca a mi!

—Verdad o reto? —le dije a Andreina, mordiéndome los labios también.

—Reto… responde y enseguida suelta una carcajada.

Jajaja.

—Te reto a que las dos le demos una mamada a tu novio…

Ambos se sonrojaron ante mi atrevimiento pero no se negaron.

Danilo procedió a bajar su short y mostrar su erección.

Wow! Es grande.

Unos 16 cm aproximadamente y completamente depilado. El cuerpo de mi primo era espectacular, sus abdominales marcados, brazos fuertes…

—Vengan a mamármelo preciosas. —nos dijo, mientras se agarraba el miembro con dureza.

Andreina obedeció enseguida mientras que yo tome mi tiempo para ponerme de rodillas a su lado y admirar el gran pene de mi primo.

Ambas comenzamos a escupirlo y a babearlo entero. De arriba hacia abajo sin parar alternando movimientos.

—Te gusta compartir el pene de tu novio conmigo?

—Me encanta ver cómo lo disfrutas! Es grande verdad? Métetelo todo!

Enseguida procedí a hacerle garganta profunda a mi primo.

Dios!! Qué excitación! Nunca pensé hacer esto realidad.

Me lo saqué de la boca lleno de saliva completamente y se lo puse en la boca a su novia para que probara de mi saliva también.

—Me lo están mamando delicioso! Me voy a venir ya!

—NOO mi amor no quiero que te vengas todavía!

Le dice Andreina, mientras yo estoy en silencio chupándole las bolas a Danilo.

—Déjalo que se venga mami, lo merece. —dije entre gemidos.

Ella ríe y comienza a chupárselo con más energía hasta que él suelta un gemido fuerte y deja salir esa explosión de leche en la boca de Andreina. El semen goteaba de por sus labios y caía por sus pequeños senos y yo solo admiraba ese paisaje…

Los tres soltamos una carcajada y procedimos a limpiarnos.

—Que buena corrida eh?

Les digo mientras que me voy desvistiendo lentamente.

—Ahora quiero correrme yo!

Le agarré la mano a Andreina y la puse en mi entrepierna. Ella me miró con deseo y se acercó para besarme. Pude saborear de sus labios restos del semen de Danilo, mmm divino.

Ella introdujo tres dedos de una vez en mi vagina mientras yo estaba de pie con mi cosita completamente abierta y puesta para sus manos. Me la masajeaba por dentro y se sentía increíble. Volteé a mi derecha y mi primo estaba sentado en el piso estimulando su pene otra vez mientras nos veía disfrutar.

Nos besamos fuertemente durante un rato hasta que sus manos me inundaron de deseo y me vine mientras me besaba a esta pelirroja hermosa.

Ufff! Dios que rico!

Ella sacó sus dedos de mi húmeda cosita y me los metió en la boca rápidamente.

—Prueba perra!

Mmmm que divinidaddd!

Maldita Andreina, me encanta.

La agarré por el cuello y me le acerqué al oído para decirle:

—Ahora quiero que vayas y te cojas a tu novio!

Danilo estaba esperándola con su pene muy erecto, así que ella solamente se desvistió y fue a cabalgar a su novio.

Se sentó encima de él y comenzó a mover sus caderas hacia adelante y hacia atrás mientras lo introducía en lo profundo de su vagina.

Yo solamente veía, estaba disfrutando.

Ambos soltaban gemidos y entre esos escuché un:

—Ven!

Me acerqué a ellos y Andreina me dijo:

—Bésame!

Comencé a besarla mientras que mi primo le clavaba su verga fuertemente.

Danilo soltó un gemido y apartó a Andreina para venirse nuevamente, esta vez en su pelvis.

Andreina me dejó de besar y me puso la cara en su vagina.

—Todavía no me he venido.

Me dijo.

Así que comencé a chupársela como un caramelo. Estaba muy mojada la perra. Mi primo la había cogido duro y se sentía muy estimulada.

No tardó en venirse en mi boca e inundar mi cara con sus flujos vaginales.

Que deliciosa esta sensación, pensé.

Todos quedamos exhaustos pero pudimos saciar nuestros deseos