Bueno empiezo mi relato de la historia que tuve con mi hijastra.

Todo comenzó cuando la comencé a mirar con otros ojos a la mujer que tenía delante de mí y la cual no era más la nena.

Su cuerpo había cambiado y me llamaba la atención. Entonces comencé con espiarla cuando iba al baño. Cuando daba una ducha. Cuando se vestía en la habitación. Y podía ver su bello cuerpo el cual me excitaba. Hasta que una noche quedamos los dos solos y ella entro en mi habitación y me dijo si podía acostarse conmigo a mirar la televisión, al cual acepte. Luego termino el programa y me dijo que se quedaría a dormir. Charlamos un rato y en eso salió el tema de que yo le espiaba y pregunto cuanto me calentaba y si tanto le gustaba. Al cual respondí que me gustaba y que me calentaba demasiado que me gustaría hacerle el amor para demostrarle. Y me dijo que eso no era posible ya que no podía hacerlo sabiendo quien era yo.

Luego nos acomodamos para dormir y al rato siento que se arrima y me abraza a lo que yo no respondo. Luego comenzó a acariciarme entonces me doy vuelta y la miro como preguntándole que hace a lo que ella me dice que tiene ganas y que lo que dijo fue una excusa. Y se acerca a darme un beso al cual acepto y apasionado comienzo a recorrer su cuerpo con mi mano desde sus pechos hasta sus partes de abajo y siento que está bastante húmeda. Y la comienzo a besar el cuello y voy bajando me quedo un rato en sus pechos luego sigue por sus panza hasta llegar a su vagina a la cual la despojo de su tanga. Y puedo ver que esta toda afeitadita y la comienzo a probar con besitos hasta penetrarle mi lengua y ayudando con el dedo. Luego sigo con la lengua por un largo rato al cual ella se retorcía de placer por el oral que le estaba haciendo. Luego me toma de la cabeza me levanta y me da un beso y me dice ahora me toca a mí. Comenzó sin dar muchas vueltas tomo mi pene y lo besaba hasta penetrar en su boca para jugar con la lengua. Por dios que lengua que tiene fue un oral tremendo me excito demasiado. La acosté y nos besamos un rato mientras nos tocábamos. Le pregunte si estaba lista para que le penetre a lo que respondió que sí.

Luego una segunda pregunta si podía hacerle la cola. Me dijo que no por le iba a doler mucho. A lo que respondí que no porque le iba a cuidar y lubricar como se merecía. Dudo hasta que sintió mi dedo tratando de penetrar y me dijo que intente con cuidado pero que si le dolía tenía que dejar. Busque el lubricante y la unte y me unte en el pene. La puse de costado dándome la espalda en la cama, le arribe la punta y comencé a moverme suave mente para que entre con cuidado y no forzado. Luego de un rato entro la cabeza a lo que ella gimió de dolor y me empujo. Le dije que se relaje que asi no le iba a doler. Me quede un rato quieto para que se relaje y se acomode y le pedí a ella que se moviera cuando se sintiera cómoda.

Al rato comenzó a moverse suavemente y yo comencé a responder y de a poco le penetraba un poco más mi pene a lo que ella se quedaba quieta y dejaba que yo hiciera. Asi estuvimos hasta que ella sintio que estaba a punto y me dijo que quería montarme, le saque con cuidado para que le doliera.

Me recosté boca arriba y ella sin dar muchas vueltas se montó y comencé a sentir un calor y una humedad en su vagina. (A la cual nunca le deje de tocar con mis dedos mientras le hacia la cola). Comenzó a moverse sentada y recostada sobre mí pecho. Luego de un rato me pidió que queria sentirme que termine yo primero y que ella seguiría hasta terminar también. A lo que no tarde en darle y ella tampoco. Nos abrazamos un rato largo hasta nos dimos varios besos más. Y me pregunto qué sentí.

Yo sorprendido con la pregunte le dije que habíamos echo el amor. Y ella me dijo que al principio sintió que estaba teniendo sexo ocasional. Pero luego cuando se montó sintió que algo de amor había. Pero que no podía durar mucho más.

Luego se levanto fue a darse una ducha y vino acostarse de nuevo.

A la mañana siguiente me levante y fui a darme una ducha para ir al trabajo y cuando estaba en la habitación buscando mi ropa. Se levanta y me dice que quería le haga el amor antes que me valla. A lo que accedí. Luego me vestí y me fui a trabajar.

Cuando volví al mediodía hablamos de lo que pasó y me dijo que tenía que ser un secreto entre los dos. Y que le consiguiera una pastilla para tomar ya que no nos habíamos cuidado.

Estos encuentros se materializan con frecuencia. Y con muchos cuidados ya que no queremos problemas ni que nadie más supiera.