
Por
Anónimo
Mi esposa con su hermano y yo con la novia
La última vez que mi esposa Linda y yo estuvimos en la casa
de mi cuñado, el estaba recién divorciado y con algunas penas que todavía le
causaban algo de dolor en lo sentimental. Tomaba mucho y esa fue (creemos mi
esposa y yo) la causa principal de su rompimiento matrimonial además de que el
era algo dado a las mujeres. Recordarán mis amigos lectores que cuando nosotros
estuvimos en su casa, bebimos juntos una noche, mi esposa y yo aprovechando su
estado avanzado de embriaguez y nos dimos una buena agasajada desde el momento
que le ayudamos a llegar a su recamara para acostarse, terminando en una
masturbada y mamada de verga por parte de mi esposa a su hermano Alfredo que es
mayor que ella en casi siete años pues actualmente el cumple 38 y Linda 31.
Recientemente han pasado casi 2 años y Alfredo nos comunicó que se había unido
sentimentalmente a una muchacha costeña llamada Flor y que deseaba venir a
visitarnos junto con ella para que la conociéramos.
Llegó el día que mi cuñado Alfredo y su «novia» Flor llegaron
a nuestra casa, mi esposa y yo ardíamos en ganas por conocerla tanto que en
nuestras fantasías mi esposa y yo, nos hacíamos imaginaciones con ella y con el
en el acto sexual. Habíamos preparado un buen recibimiento a la usanza de la
región con una cena de carne asada al carbón, cerveza fría y música regional que
tanto le gusta a mi cuñado y a nosotros. Por fin llegaron en un coche nuevo,
venían desde su ciudad por carretera. Después de las presentaciones y abrazos de
rigor, mi esposa y yo nos comunicamos con la mirada que la novia de mi cuñado
estaba bien, en realidad ella, Flor, es mucho mas joven que Alfredo, tiene como
unos 28 años, morena con pelo rizado, delgada con un cuerpo muy hermoso, alta,
mas alta que mi esposa y agradable de carácter. Después del recibimiento les
ofrecimos unas bebidas a lo que aceptaron con gusto, mi cuñado le presumía la
cerveza de la región que en realidad es muy buena y Flor la degustó con gran
placer, es más, ella es buena bebiendo cerveza, se ve que le encanta y tiene
mucho aguante, mas que mi cuñado, según lo demostró durante el resto de la
noche.
Para después de cenar, ya habíamos entrado en confianza, mi
cuñado le agarraba las nalgas abiertamente a su novia y ella ni se ponía
nerviosa por lo que hacía Alfredo, también se lo hacía a mi esposa y Flor
comprendió muy pronto la forma de jugar de ellos, Alfredo estaba poniéndose un
poco mareado como cuando estuvimos en su casa pero ahora no deseaba ir a la cama
quería permanecer en la reunión, Flor y yo nos tomamos confianza y mi esposa
observaba con atención dando su aprobación. Alfredo comenzó a besar a su novia y
acariciarla abiertamente delante de nosotros y mi esposa y yo hacíamos lo mismo,
yo metía mi mano por debajo de la falda de Linda y acariciaba su entrepierna y
mi cuñado tenía sentada a su novia sentada de espaldas a él y le acariciaba los
pechos y la entrepierna, aquella reunión se había convertido en una velada
cachonda para los cuatro, Flor nos miraba a mi esposa y a mí muy
insistentemente, mi cuñado estaba cada vez más ebrio pero muy juguetón y
manilargo no solo con Flor sino que también con Linda, ya que le acariciaba las
nalgas y los pechos como jugando, en eso Flor, se acercó más a nosotros y
tomándome de la mano, me invitó a bailar. Lo hicimos muy pegadito y cambiamos
unas palabras donde me di cuenta de lo que podría pasar.
Cuando Alfredo se levantó de su asiento, se le notaba su
verga dura, mi esposa le dijo que se le notaba el bulto de la entrepierna y él
mostrándolo con sus manos, dijo que no tenía nada que esconder, que la culpa la
tenían las viejas calientes, para entonces yo también tenía la verga dura y
también se me notaba pero yo no hice alarde de eso, solo abracé a mi esposa por
detrás a lo que mi cuñado dijo, que no me la cogiera delante de el, que lo
respetara, mi esposa la dijo que yo era su esposo y que no tenía nada que ver,
entonces dijo mi cuñado que por que yo estaba cachondeando con Flor, que mejor
me cogiera a Flor pero que a su hermana la respetara delante de él. Por supuesto
que todo este altercado era solo por bromear, ya que todo lo festejábamos con
risas, para entonces ya los tocamientos y bromas acerca del sexo eran mas
frecuentes y abiertas, Flor resultó ser muy abierta para eso, apenas se acopló
con mi cuñado, las visitas al inodoro era mas frecuentes de los cuatro, mi
esposa trataba de acercarse a su hermano para tener algo de ternura según ella
pero él se aferraba a sus nalgas y chiches con lujuria, le dije que le siguiera
el juego y ella aceptó, le comenzó a sobar la verga y él lo disfrutaba y me
observaba la cara. Flor no podía creer lo que miraba hasta que mi cuñado le
dijo, que tal como le platicó, eso era lo que nosotros habíamos hecho con él en
su casa.
Entonces supimos que no estaba del todo dormido y borrachote,
nos dimos cuenta que disfrutó la masturbada y mamada y que sabía que yo estaba
observando. En ese momento mi esposa y yo nos miramos y nos quedamos como
tontos, pronto mi cuñado, siguió amasando los pechos y nalgas de su hermana,
mientras Flor y yo los observábamos, alargué mi mano y acerqué a Flor hacia mí,
la senté sobre mí esperando ver su reacción, con asombro me di cuenta que estaba
corriendo el cierre de mi pantalón para liberar mi verga, yo observé a mi cuñado
pero él estaba muy entretenido con mi esposa, su hermana, quien ya le había
sacado la verga y lo masturbaba. Flor hacía lo mismo conmigo y yo estaba felíz
aunque algo nervioso esperando la reacción de mi cuñado que nos observaba
mientras metía sus dedos en la rajita de mi esposa. De allí en adelante ya no me
preocupé por mi cuñado, Flor y yo nos quitamos la ropa y ella se me subió en mi
regazo y se clavó en mi verga, se movía como una loca y hacía sonidos muy
evidentes de su calentura, mi esposa nos miraba con mucha atención y se le
notaba su excitación en su cara, comenzó a mamar la verga de su hermano y yo me
deleitaba viendo el enorme trozo de carne que desaparecía en la boca de mi
esposa, quien me miraba y tomaba pose para que yo lo disfrutara.
Por mi parte yo estaba disfrutando al máximo con la novia de
mi cuñado que resultó ser experta en el sexo, su panochito estaba rasurado y muy
apretadito, sus pechos no son grandes pero son puntiagudos y firmes, la volteé
hacia mi y así sentado en el sofá ella con sus rodillas dobladas hacia atrás, me
dio la cogida mas emocionante que haya tenido pues mi cuñado y su hermana
también cogiendo, no nos quitaban la vista de encima y lo disfrutaban, yo
también lo disfrutaba, pues me emocionaba ver a mi esposa cogiendo con su
hermano y adoptando la misma posición que yo con Flor, lo que me excitaba más
era poder ver la verga gruesa de mi cuñado entrando y saliendo de la panochita
de su hermana, mi esposa, que lo cabalgaba con ansia y ganas de tener totalmente
adentro aquella enorme verga, los cuatro nos mirábamos mutuamente pero creo que
ninguno gozaba tanto como mi esposa y yo que habíamos fantaseado tanto con
aquello. Después de unos momentos de mete y saca, noté que mi cuñado estaba
vaciando en el interior de su hermana los chorros de semen que pronto se notaron
en la base de su verga ya que algo escurría por los lados de los labios
vaginales, en seguida advertí que mi esposa estaba teniendo un gran orgasmo a
saber por los movimientos y sonidos guturales que emite cuando lo hace.
Casi en el mismo momento, yo comencé a descargar mi esperma
en la panochita rasurada de Flor, mientras ella se clavaba y permanecía pegada a
mi pelvis como para recibirlo muy adentro, no noté que ella tuviera un orgasmo,
no hizo mucho mas que pegarse a mi para que yo terminara en su interior, se me
acercó y me besó y me dijo que ella necesitaba algo mas de tiempo, le pedí que
cambiáramos de posición, ella sentada en el sofá con sus piernas abiertas
mientras yo le mamaba su panochita con mi propia leche en su interior, se
acomodó en la posición, mientras yo observaba a mi esposa que todavía estaba
clavada en la verga de su hermano y lo besaba apasionadamente, entonces me di
cuenta, mi cuñado sabía exactamente por que trajo a esta muchacha con nosotros.
Comencé a pasar la lengua en los labios vaginales, me emocionaba ver la
panochita totalmente rasurada y notaba en sus labios los restos de mi leche
recién eyaculada. Mi esposa sabía lo mucho que me gustaba hacer eso ya que se lo
hago a ella de vez en cuando. Besé los labios de la panochita y luego metí mi
lengua, succioné su clítoris que estaba durito y erecto, comencé a sentir como
bajaba de su interior el semen y lo comencé a saborear, Flor me tomó por la nuca
y me acercó a sus labios para besarme, sabía que tenía restos de mi propio semen
en los labios, me besó largamente saboreando mi boca y luego me dirigió
nuevamente a su rajita.
Le seguí succionando la leche y su clítoris en unos instantes
respondió, no resistió mas y tuvo un orgasmo muy sonoro, con mucho ruido de su
parte que denotaba que estaba sintiendo lo sabroso de la mamada, me retiré de su
panochita y acomodé la verga dura en la entrada y comencé a cogérmela de nuevo,
estaba yo muy caliente porque estaba viendo a mi esposa y mi cuñado totalmente
desnudos y ella todavía ensartada felizmente en la verga de su hermano,
acariciando y besando su cara con gran ternura, mi cuñado estaba casi dormido
pero su verga todavía estaba dura en el interior de mi esposa. Flor estaba
todavía sintiendo su orgasmo, yo no tardé mucho y volví a llenar su interior de
semen, tuve una descarga con muchos chorros, cada contracción de mi verga era un
goce tremendo, la panochita de Flor estaba riquísima.
Aún después de terminar, nos quedamos sentados así como
estábamos, Linda se levantó por mas cervezas y seguimos bebiendo, mi cuñado se
quedó como dormido pero no nos confiamos mucho, ya que nos dio la sorpresa de
haber estado consciente y disfrutado lo que le hizo mi esposa cuando estuvimos
en su casa.
El resto de la noche lo pasamos juntos sin inhibiciones,
desnudos como si siempre lo hubiéramos hecho, no hubo mas sexo, solo buen
compañerismo y pasada la media noche nos fuimos a dormir cada quien con su cada
cual. Por supuesto que en la recamara nuestra hubo acción, Linda me invitó a
mamarle su panochita repleta de leche de su hermano y yo, ¿Qué creen que hice?
Claro que se la mamé y luego me la cogí, eso me gusta mucho, cogérmela después
de que ha tenido sexo con algún otro de sus cogedores (mi hermano, mi compadre y
ahora su hermano) la relación de nosotros con ellos está estrictamente regida
por el gusto de Linda, la aprobación mía y el goce de ambos. Cuando estábamos
cogiendo, le pregunté a mi esposa que si había algo entre ella y su hermano que
yo desconociera y me dijo que si, como a cuatro años que nos casamos ella y yo,
cuando yo estuve fuera de la ciudad por un tiempo y al mismo tiempo que comenzó
a tener relaciones con mi hermano, vino su hermano una ocasión y ella lo
atendió, lo llevó a varias partes y a una reunión de amigos en donde bebió de
mas, ella lo fue a recoger y lo llevó a su hotel para dormir. Allí, el comenzó
como siempre a jugar con ella y a hacerle tocamientos a lo que ella se resistía
pero finalmente ella se calentó y accedió llegando a tener sexo varias veces
aquella noche, mientras su mamá se encargaba de cuidar los niños de nosotros. En
esa ocasión fui carnudo involuntariamente pero con final feliz.
2 respuestas
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