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junio 30, 2012

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NUEVAS SENSACIONES (MI MEDICINA)

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NUEVAS SENSACIONES (MI PRIMA LEA: MI MEDICINA)

Cuando me fui de mi pueblo a mediados de 1990, fue para seguir estudiando, hoy por razones laborales, nuevamente tengo la oportunidad de vivir en este pequeño pueblo de la huasteca hidalguense, regrese de forma triunfante convertido en un Licenciado en Administración de empresas, casado y con dos preciosos hijos, y son tantos los recuerdos que se agolpan en mi mente, que de alguna manera me impulsan a seguir escribiendo mis vivencias de adolescencia.

Al día siguiente de que tuvimos nuestra primera aventura sexual, yo y mi amada Graciela, la necesidad de hablar con ella me dominaba, había pasado la noche en vela, reviviendo en cada momento todo lo que acababa de suceder esa tarde, por lo que a la hora del receso, me acerque a ella y le dije y podíamos hablar. Tenía que ser ese día, era viernes, y posiblemente no la vería hasta el siguiente lunes.

Te espero a la hora de la salida. Contesto.

Hasta ese momento no me había percatado que todos mis movimientos eran seguidos de cerca por mi hermosa prima Lea.

Hice tiempo de más en recoger mis útiles y libros, para que la demás plebe se retirara y me dejaran hablar a mis anchas con Graciela. Cuando Salí únicamente se encontraba ella en los patios juntos con 2 profesores y 3 niñas de 1ro.

Nos vamos? Pregunte.

A lo que ella se despidió de los profes y se retiró, de reojo vi como uno de ellos un tanto molesto por llevarme a esa preciosidad me hacia una seña obscena, los ignoré un tanto orgulloso de saber que mi princesa prefería estar conmigo que con ese par de casa novas que eran nuestros profesores (relativamente eran jóvenes, y como tal también hacían su �luchita� para llamar la atención de mi adorada).

Te sientes bien? Pregunto.

Si. Y tú?

Solo un poco adolorida de ahí abajo, pero nada que no se pueda aguantar. Gracias por esa tarde. Siempre la llevare grabada en mi mente y en mi corazón, y aunque algún día llegue a casarme y formar una familia, como te dije ayer, voy a ser tuya hasta la eternidad. Creo que es mejor que sigamos como hasta antes de lo que paso, por el bien de los 2. Tú serás mi mejor amigo y yo seré tu mejor amiga, ambos guardaremos ese precioso secreto que nos unirá por el resto de nuestras vidas.

NO!!!! Le reproché en forma frenética.

No me puedes hacer eso, yo te amo, y desde hace tiempo te he amado en silencio, no me pidas eso, por favor, no después de lo que paso ayer. Yo�

He imaginado una vida juntos, tú eres mía, y yo soy tuyo. Termine diciéndole.

Mira Toni, tú me gustas, pero entiéndeme, �NO TE AMO�, lo que sucedió ayer fue un arrebato de pasión que sentí al verte desnudo en el baño. Yo jamás había visto a alguien sin ropa, nunca he tenido novio, jamás nadie me había tocado, tu lo comprobaste ayer, eres el primero y lo serás por siempre, pero perdóname, NO TE AMO. Quisiera hacerlo, pero en el corazón no se manda. Cuando te vi, te desee con todas mis fuerzas, pero fue solo eso, DESEO. No me hagas sentirme mal y que me arrepienta de haberte escogido a ti como el primer hombre en mi vida. No hagas que eso tan bonito que siento todavía aquí en mi pecho y mi conchita, se borre por algo que no puede ser, mejor guardemos en lo más profundo de nuestra intimidad, ese secreto que nos unirá por siempre. Somos muy jóvenes para pensar en una vida juntos, tienes mucho por vivir, yo tengo mucho que vivir, además, soy 2 años mayor que tu. Está bien, aprendimos juntos algo muy bonito como es el sexo, pero solo es eso� sexo.

Es que tu eres muy importante para mí, desde que te amo, lo has sido y más ahora que nos pertenecemos. Le dije.

Hagamos un trato. Comentó. Sigamos con nuestras vidas, no hagamos compromisos, vive lo que tengas que vivir, y déjame vivir a mí, si en algún momento en el futuro, nos volvemos a encontrar y si todavía sientes algo por mí, y de algún modo yo pueda llegar a sentir algo por ti, planearemos una vida juntos, antes no. Te parece?

Con todo el dolor de mi corazón y sabiendo que tal vez después de salir de la secundaria, no nos volveríamos a ver, acepté, teniendo la mas mínima esperanza, de que tal vez� en un futuro� No, creo que no. Termine de convencerme. Y acepté, con el único consuelo que por lo menos la iba a ver mientras estuviéramos en la escuela.

Me di la vuelta haciendo el ademan de irme, pero ella me alcanzo y se coloco frente a mí, tomo mis manos, y acerco su cuerpo junto al mío, mire sus preciosos ojos, y ella me beso.

Rodee su cintura con mis manos y la apreté a mi cuerpo, fue un beso tierno, pero cargado de mucha pasión, nuestras lenguas se entrelazaron como queriendo impregnarse cada una de la otra, para no olvidarse jamás. Nos separamos y ella únicamente me dijo:

Siempre seré tuya.

Y yo le conteste con un� TE AMO.

Y cada uno nos retiramos a nuestras respectivas casas.

Y así, pasaron días, en los que me sumí, en una tremenda depresión, todas mis actividades las realizaba como un autómata, iba a la escuela y me pasaba todo el tiempo, mientras me era posible, viéndola, observándola. Y ella tan fría. Mis amigos me invitaban a nuestras juergas, pero no me interesaba en lo mas mínimo, por lo que poco a poco se hicieron a la idea que �el tripa� ya no era de la banda.

En meses no volví a comer con Lea, y aunque ella me buscaba, yo no daba señales de interés.

FEBRERO, MARZO, ABRIL, MAYO, JUNIO.

La fiesta del pueblo, estaba cerca, era mediados de junio y en el pueblo ya corrían los rumores de cuan buena estaría la feria.

No recuerdo exactamente la fecha, pero un día, cuando llegue de la escuela, mi prima Lea ya me esperaba en la puerta y al entrar me dijo:

Comes conmigo?

No tengo hambre.

Entonces yo tampoco como.

Haz lo que quieras. Le conteste.

Y me retire molesto, pensando en lo estúpida que era.

Más tarde, estaba ensimismado en el granero, preparando la comida de los cerdos, cuando de pronto mi prima se me acerco.

En serio me vas a dejar sin comer hoy? Pregunto.

Un sentimiento de culpa se apodero de mí, y termine por rendirme.

Perdóname. Venia enojado. Y creí que solo lo hacías por molestarme.

No te preocupes, lo entiendo. Dijo. Pero tienes que olvidarla, hay mucha gente que te quiere y que necesita de ti� Yo necesito de ti.

Voltee sorprendido, un poco porque ella sabía que era Graciela la causante de mi estado y otro poco por lo último que dijo. La interrogue con la mirada.

Es en serio, no sabes cómo me hace falta platicar con un amigo, y deseo tanto que se repita lo de la noche de reyes�que�

Agache la mirada, un tanto apenado, pensando que se refería a mis magreos nocturnos con ella.

Adivinó. (Pero yo no lo sabía) y me aclaró.

La plática tonto.

En ese momento confirme lo que sospechaba. ELLA ESTABA DESPIERTA!!!! Pero no me atreví a hacer ningún tipo de comentario.

Anda vamos a comer. Y� porque no me invitas esta tarde a jugar a las canchas?, a tus amigos les va a dar gusto que vuelvas a lo habitual, me he dado cuenta que te extrañan.

No tienen por qué. Siempre los veo en la escuela. Comente.

Pero no es lo mismo, creo que te extrañan como parte de su grupo, no como compañero de escuela, yo al menos, si extraño al �tripa�, porque a Toni, lo veo a diario.

Sonreí por el comentario, y eso disminuyo mi depre. Entramos a la cocina para preparar algo de comer, eran casi las 6:30 de la tarde y ella sugirió preparar solo unos sándwich para no demorarnos y que nos diera tiempo de ir al centro.

Porque el interés de unirte a nuestro grupo? Pregunté.

Mmmmm. Digamos que quiero ganarme la confianza de mi primo y amigo desde ahora. Creo que podías invitarme al baile de la feria. No crees?

Pero si ni sabes bailar. Dije en tono burlón. O al menos nunca te he visto hacerlo.

Bueno, pero eso tiene remedio. Tú me puedes enseñar. Dijo, volteándome a ver con un toque de coquetería. Ándale, di que sí.

Yo seguía embarrando la mayonesa en las rebanadas de pan blanco que había tomado de la alacena, como mostrando poco interés en sus comentarios.

Me tomo del brazo, haciéndome girar y quedar de frente y casi en tono de suplica me dijo:

Por favor.

Mi mente viajo hasta aquella tarde cuando Graciela, también me pidió �por favor� la llevara a jugar a las canchas.

Termine por rendirme.

OK. Te llevare, pero con una condición.

Cual?

Quiero que ese día te vistas muy linda, para presumirte con� bueno, con toda la gente.

Si ya te entendí, quieres darle celos a Graciela conmigo, no es así?

En parte tenía razón, pero por otro lado, creí que llevando del brazo a eso preciosura, era más fácil olvidar a mi adorada Graciela.

Terminamos el emparedado y ella se dirigió a su recamara gritándome, me cambio y ya salgo.

No tuve que esperar mucho, mi prima en cuestión de minutos, apareció con una blusa, pegadita, que hacía ver sus senos redonditos más grandes de lo que eran, una faldita negra arriba de la rodilla con holanes y unos zapatos deportivos blancos, que hacían verla como una jugadora de tenis.

No cabía duda, Lea era preciosa en toda la palabra, para que negarlo, a sus 14 años y en pleno desarrollo, era mucho más bonita que Graciela. No le quite la vista hasta que llego junto a mí y al verme tan embelesado, atinó a decirme.

Ollitas para la baba, primo.

Perdón, pero es que te ves preciosa.

Y con un tono de coquetería y sensualidad me dijo:

Para que esperar hasta el día del baile. No crees?

Ella sabía muy bien lo que portaba, pero nunca se caracterizó por ser coqueta, a lo que presumí, todo eso era nuevo también para ella.

Salimos aprisa rumbo al centro, que se encontraba relativamente cerca de nuestra casa, pero a los pocos metros, se me ocurrió, ir en la camioneta. Le pareció buena idea. Regresé por ella y al llegar a donde Lea estaba, abordó, y no pude evitar posar mi ojos en sus blancas piernas que ahora sentada, la falda dejaba verlas más de la mitad. Como anhele poder observarlas así, el día que la toque. Metí primera y nos fuimos a nuestro objetivo. Durante el camino ninguno de los dos hablaba, pero ella sí que se había dado cuenta de cómo la miraba. Mi miembro dormido durante todos estos meses volvió a despertar. Temiendo que ella fuera a percatarse de mi creciente erección, apreté el acelerador para llegar lo más pronto posible a las canchas. Dimos vuelta junto a la iglesia, y cuál fue nuestra sorpresa que las canchas estaban vacías. No había nadie del grupo, descendimos de la camioneta y nos acercamos a la tienda de doña Lala, que era donde siempre pasábamos a desahogar la sed después de las cáscaras.

No han venido los muchachos doña Lala?

Uuuuuhhhhh. Ya tiene días que no se aparecen por aquí. Dijo con un tono de melancolía y tristeza, ya que nosotros éramos clientes de todos los días.

Pero quien es esta señorita tan bonita, hijo. Preguntó.

Gracias, dijo la bonita, ruborizándose.

Es la hija de mi tío Claudio, pero como casi no sale, pocos la conocen. Le aclaré.

Si que esta bonita la muchacha, yo pensé que era tu novia.

Jajaja ya quisiera ella que fuera así, le dije riendo y en tono burlón. Bueno, gracias, si se aparecen esos locos les dice por favor que vinimos.

Anden, vayan con Dios. Yo les digo. Nos despidió.

Al subir a la camioneta note a mi prima un tanto seria.

No te lo tomes tan a pecho. Comenté. Fue una broma.

De muy mal gusto por cierto. Dijo refunfuñando.

Me giré hacia ella y la recorrí con la mirada, en verdad estaba divina, posé mi mirada en sus muslos y ella en un ademán de enojo, las cubrió con sus manos.

Anda, no te enojes, cualquiera se sentiría orgulloso de andar contigo, de verdad que eres linda. Le comente.

Volteo a verme y me dijo:

No tanto como Graciela verdad?

Su comentario me molesto sobremanera, por lo que puse fin a la conversación y nos fuimos.

Llegando a la casa, me bajé y azotando la puerta hice por irme a donde los corrales, pero ella me grito.

Espera!!!!, perdóname, no pensé que te incomodara tanto que te hable de ella.

Pues sí. Voltee encolerizado. No te das cuenta como sufro por ella y tú todavía contribuyes a que no pueda olvidarla, tan bien que ya me sentía.

Perdóname por favor. No fue mi intensión, pero me molestó tu comentario lleno de sarcasmo.

Me ablande.

Está bien, no pasa nada, olvidémoslo. Que vas a hacer?

No lo sé, no tengo tareas, y disponía de toda la tarde libre para estar contigo, pero ya ves, se nos cebó.

Quieres platicar un rato? Vamos a los prados. Los acabo de podar, están frescos.

Ok. Cualquier lugar es bueno� Si tu estas ahí. Me dijo y se sonrojó.

También tu. Le conteste, acariciando un mechón de su pelo que traía fuera de su coleta que se había puesto esa tarde. Se estremeció.

Caminamos hacia los prados, y elegimos una banquita que yo había hecho con una parte seca de un tronco viejo.

En serio me llevaras al baile? Pregunto.

Ya te dije la condición. Contesté.

Primo� en verdad� crees que soy bonita?

Mucho Lea, mucho muy bonita, mucho más que Graciela.

Y porque tenias que fijarte en ella. Ella no te quiere.

No entendí su expresión.

A que te refieres?

Si te digo un algo, prometes guardar el secreto?

Asentí.

Es que me da pena.

Anda dime. La animé. Y mi corazón empezó a latir mas fuerte presintiendo algo fantástico.

Aquella noche� me despertaste.

Me quede sin habla.

Su carita se tornaba en unas sonrojadas mejillas y resaltaban su belleza, bajó la cabeza apenada y�

Me gustó.!!!

No podía creer lo que estaba oyendo, eran acertadas mis sospechas, mi prima había sentido mis caricias, había sentido la dureza de mi pene, y lo que era mejor, lo había disfrutado. Nuevamente mi verga empezó a tomar fuerza y ella se percato. Volteo a verme y dijo:

Me gustó mucho, pero fue más grande mi miedo, ya había escuchado platicas entre mis tías de lo que hacen con los hombres y con la información que nos dan en la escuela, siento cierta curiosidad, pero también me da miedo Toni, nunca he tenido novio, nunca me han tocado, bueno aparte de ti, y yo nunca lo he hecho, pero algo en mi interior reclama que por inercia me lleve las manos ahí abajo, y ya no puedo más, por eso deje que me tocaras ese día, por un momento pensé en gritar, pero poco a poco me empezó a gustar, y luego, todo eso que dicen de ti.

Sus rojas mejillas, estaban encendidas, y un ligero sudor comenzaba a aparecer en su cuello.

Lea, yo no quiero lastimarte, eres mi prima, y yo, no puedo olvidar a Graciela, he tratado, pero no puedo, eres muy hermosa y esa noche, fue increíble. Pero no nos equivoquemos.

Su expresión cambio, en su rostro se dibujaba la lujuria de una mujer en celo, y sin más ni más se acerco a mí, tomo mi mano y la poso sobre una de sus piernas, y guiándola hacia arriba, me susurro.

Yo seré tu medicina, no me importa que no me ames, pero tú fuiste quien despertó a la mujer que llevo dentro. Por favor no me dejes así. Te ayudare a que la olvides. Y no te pediré nada a cambio. Solo déjame sentirte. Acaso no deseas hacer esto como aquella noche? Dijo empujando mi mano cada vez más arriba, hasta que roce con mis dedo una ligera pelambrera, quede sorprendido� No traía ropa interior, ella ya intuía lo que podía pasar.

Y llevó una de sus manos hacia el bulto que ya se dibujaba bajo mis jeans y lo apretó de forma desesperada. Yo no aguante mas y mi mano se poso en una suave conchita con apenas un hilillo de vello púbico. Ella se estremeció mientras mi dedo índice sobaba su inflamado clítoris, ella comenzó a jadear y mi temor de que fuéramos descubiertos me hizo tomarla de la mano y llevarla hacia el granero, para cuando estuvimos fuera de la vista de cualquiera, la tome por la cintura y la apreté contra mi cuerpo, ella correspondió meneando sus caderas restregando su sexo con el mío. La mire fijamente como preguntándole si estaba segura, ella comprendió mi mirada y me contesto con un sensual parpadeo de esas hermosas y largas pestañas que enmarcaban sus ojos inyectados de pasión, y una mordidita en su labio inferior.

Me aproxime a su rostro y percibí un aroma que hasta ese momento era desconocido para mi, era el aroma del incesto y me atraía cada vez mas. Casi al rosar mis labios con los suyos ella llevo sus brazos alrededor de mi cuello y nos fundimos en un beso cargado de sensualidad y pasión, para cuando despegue mis labios de esa boca de miel, Graciela ya era pasado.

Intente llevar a mi prima hacia los montones de paja que había regados por todo el granero, pero ella, lo impidió.

No!!, aquí no, la primera vez tiene que ser algo especial. Qué te parece el día del baile? Me pregunto.

Asentí sin miramientos y volví a besarla, me aferre a su estrecha cintura y ella volvió a menear sus caderas, poco a poco baje mis manos y levante su falda, tocando la redondez de aquel no tan portentoso pero si bien delineado trasero, me separe un poco para admirarla, me arrodille frente a ella, volviendo a levantar su falda el espectáculo que encontré, fue tal y como lo había imaginado, una hermosas piernas blancas y lisitas se presentaban ante mí, y un precioso triangulo de placer era adornado con una ligera y sedosa mata de vellitos color claro, un aroma a sexo, me embriagaba y empecé por besar sus hermosos muslos, los bese, los mordí, los lamí hasta el cansancio y en la posición que estábamos levante una de sus piernas y la pose sobre uno de mis hombros, su rajita estaba que escurría de placer, lleve mi lengua a su clítoris y ella lanzo un suspiro profundo aferrándose a mi cabeza y jalándome los pelos, comencé a recorrer con mi legua lo largo de sus labios vaginales, empapándola con sus mieles, yo estaba extasiado saboreando una y otra vez, ese licor del que me volví fanático. Hasta que de pronto ella me apretó contra su vagina y yo hundí lo mas que pude mi lengua en su cuevita virginal, lo que provoco en ella su primer orgasmo lanzando unos ahogados grititos de placer, hasta que la sentí desfallecer, me incorpore de inmediato y la sostuve, por un momento sentí temor, pero a los minutos se recupero, y me miro de una forma como somnolienta.

Esto es maravilloso. Atino a decir.

Y lo que te falta. Le comente.

Dirigió su mirada hacia mi pene, que requería atención, y volvió a colocar su mano sobre ese bulto que pronto le iba brindar oleadas de placer.

Déjame verlo. Dijo.

Se sentó sobre una paca y comenzó a darse la tarea de desabrochar mi cinturón y mis pantalones, bajándolos en el acto hasta las rodillas de un tirón, a continuacion mi truza que ya se encontraba bastante mojada, sus ojos se clavaron en mi garrote que lucía en su máximo esplendor, rígido como hierro, y con la punta roja y brillante emanando pequeñas gotitas de lubricante.

Wooow!! Exclamó. Eso no me va a caber Toni, creo que me va a doler mucho.

Para eso es esto le dije, señalando las gotitas que se asomaban en el ojo de mi casco alemán. Esto facilitará las cosas.

Llevo su mano hasta mis bolas que en ese momento me dolían al por mayor exigiendo la liberación de ese liquido origen de la vida. Recorrió poco a poco mi pene a lo largo y grueso y comenzó a masajearlo de una manera un tanto torpe, con mi mano le indiqué como deseaba que lo hiciera y ella aceptó la tarea, subiendo y bajando a un ritmo acompasado rodeando con sus hermosos y estilizados dedos adornados de un esmalte rojo que ese día había puesto a sus uñas largas, la punta de mi glande, hasta que mi cuerpo empezó a convulsionar avisando la llegada del tan ansiado orgasmo, no pude contener mas y lance un largo gemido de placer�

Hhhhhhaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Mientras de mi miembro salían poderosos chorros de esperma que salpicaron gran parte de la blusa y la cara de mi prima, siguió masajeando hasta que de mi miembro ya no salió gota alguna. Ella me lanzaba miradas de lujuria, pero yo me encontraba en un estado de éxtasis, como fuera de este mundo.

Poco a poco me recuperé y ella pregunto si eso era lo que llamaban esperma, asentí, y con uno de sus dedos se quito los restos que tenía en una de sus mejillas y se llevo el dedo a su boca, probando por primera vez mi liquido seminal�

No sabe feo.!!!! Dijo.

Y nuevamente con su mano empezó a recoger los demás restos de su ropa y su cuello, y se llevo su mano hacia su conchita, la cual embadurno de ese engrudo vital en todo su alrededor.

Con esto quedara marcado como tuyo. Me dijo.

Se levanto de la paca de sorgo en la que se encontraba sentada, me abrazo y me dio un beso que llevo grabado en mi mente y se retiro diciéndome:

Hasta el día del baile primo� Mi amor.

Le devolví la sonrisa, sintiendo que con ella todo sería distinto, y con un vuelco en corazón que me anunciaba una nueva y lujuriosa aventura. CONTINUARA.


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2 respuestas

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