El ex esposo de mi hermana me enseñó a ser travesti y me convirtió en Publicado por anónimo el 13/03/2023 en Transexuales

"Desde pequeña me atrajeron tanto vestirme de mujer como los hombres, pero hasta que era adolescente el ex esposo de mi hermana me enseñó a vestirme con ropa femenina y me convirtió en su mujer."

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          Hola, actualmente soy una mujer transexual de 29 años que vivo en la cdmx, que desde muy pequeña me sentí atraída tanto a vestirme como mujer, como por los hombres. Ello porque al tener 5 hermanas mayores, para mi fue normal verlas con vestidos y faldas, incluso yo misma a los 5 años de edad me ponía vestidos de mi mamá y de mis hermanas. Y estando en quinto de primaria, me llamaba mucho la atención un niño de sexto grado, dado que me gustaba verlo, al grado que lo buscaba mucho, y un día cuando se hicieron unas competencias deportivas, por azares del destino, se sentó junto a mi y me dijo que tenía piernas muy bonitas y me las acarició un rato y yo por dentro me sentí muy contenta y emocionada. Sin embargo, hasta que tenía 12 años e iba en primero de secundaria fue que me gustó mucho un chico, al grado de decidir vestirme como mujer para conquistarlo y eso me llevo a pedirle ayuda a quien con el tiempo me convirtió en su mujer.

          Cuando entré a la secundaria tenía 12 años, y en ese tiempo una de mis hermanas tenía problemas con su marido, Alfonso se llama, quien una vez que fue a casa de mis papás me vio con un short, se sentó  a mi lado y me agarró las piernas, me las acarició y me pidió que lo acompañara a su casa, yo acepté y en el camino me iba acariciando las piernas, la verdad no se la retiré porque me gustó su caricia, y me dijo “tienes muy bonitas piernas y tu carita también es muy hermosa”. Yo lo miré y sonreí. Cuando llegamos a su casa buscó unos papeles y luego regresamos, pero en el camino me volvió a decir “tienes muy bonitas piernas y me gustaría acariciarlas, puedo” yo acepté con la cabeza y me volvió a decir “frecuentemente”, y yo solo lo vi. Me acarició las piernas y de repente acercó su boca a mi oído y me susurró “eres muy bonita y teniendo 5 hermanas seguramente eres mujer, y te gustara vestir como mujer y también te gustarán los hombres. Me voy a divorciar de tu hermana, si luego quieres vestirte de mujer o quieres conquistar a un hombre dime yo te ayudaré” y me dio un beso en la mejilla. 

          En la escuela había un chico de tercer grado que desde que me vio en short en la clase de educación física, me buscaba mucho, en el recreo y en la salida, su nombre era Hugo, era muy chistoso conmigo, me bromeaba, me ayudaba con mis tareas, me daba ánimos, etc., y más de una vez me llego  decir que le gustaba mucho porque mi carita era de una mujer bonita, y que mis piernas le fascinaban, me las acarició algunas veces y me dijo que le gustaría tenerlas para el siempre, incluso, una vez me dijo “me gustas mucho, te quiero para mi, quiero que te vistas como niña, con falda y tobilleras para acariciarte las piernas piernas vestida de niña y llevarte al baño para que orines sentada”, y yo le dije que era niño y que me daría vergüenza que los compañeros me vieran así, pasaron los días y ya llevábamos como 4 meses así, incluso en vacaciones de diciembre me busco unos días y la pasamos muy bien; sin embargo, de pronto cambió conmigo, me dejo de buscar, ya casi no me hablaba y se juntaba mucho con una niña y un niño y ante ese cambio tan drástico yo sentí muy feo y en la medida que pasaban los días lo extrañaba mucho al grado de que a veces lloraba. 

          Un viernes que estaba muy triste me acorde de lo que me había dicho  Alfonso, el ex esposo de mi hermana y decidí ir a buscarlo a su trabajo, atendía una cafetería por las tardes. Así que me dirigí a ese sitio y cuando vio me saludo diciéndome “que alegría verte”. Me asignó una mesa y me pidió que lo esperara para platicar conmigo. Como él era hijo del dueño del lugar, decidió ya no trabajar ese día. Así que se sentó conmigo y lo puse al tanto de todo y me dijo “que puedo hacer por ti, como te ayudo, que quieres que haga”. Y yo le respondí que quería conquistar a ese niño, que no sabía que hacer y él me dijo “te vestirías de mujer para que te viera así?. Porque eso es lo que él quiere. Pero tú qué quieres”. Y le respondí que no sabía. Así que me dijo “mira, vamos con una amiga, para que te vista de niña y te maquille, a ver que se nos ocurre y decidimos que hacer”. Y me llevo a una estética con  boutique, y le pidió a una mujer que me auxiliara. Y esta dama de inmediato me dio una falda azul que me quedaba a media pierna, una blusa blanca, brasier con relleno, tobilleras blancas, zapatillas bajas de color negro y joyería de fantasía, me vistió con esa ropa y me maquillo. Cuando termino le hablo a Alfonso. Al verme me dijo “que hermosa eres de verdad. Eres una mujer muy bonita como te había dicho”. Y añadió “vamos a la cafetería, vístete como niña por un tiempo, yo te ayudo y si gustas, invitamos al niño que te gusta para que te vea así vestida”. Y  nos fuimos a ese lugar. Todo el camino puso sus manos sobre mis piernas.

          En la cafetería se sentó a mi lado y me tomo las manos. Yo veía como varios chicos se me quedaban viendo. En ese sitio me dijo “Entre Alondra y yo te vamos a enseñar a maquillarte, también a vestirte, a caminar con tacones altos y a coquetear, para que conquistes al niño que te gusta. Te vamos a tomar fotos para que las vea y lo invitamos para que venga”. Yo vi muy tiernamente a Alfonso y no se porque lo abracé y besé su mejilla. Y el me correspondió el beso y me dijo “me puede gustar esto, como te llamas Claudio, te llamaré Claudia Itzzell, este último porque naciste aquí, en la cafetería Itzzell”. Y desde ese día fui diario con Alfonso y Alondra, quienes me enseñaron a vestirme como mujer, a maquillarme, a hablar con los hombres y mujeres y como coquetear. Por su parte Alfonso me tomaba del brazo, me agarraba las piernas, me abrazaba, me daba besitos, me decía cosas tiernas y me cuidaba mucho, además de que me llevaba a donde fuera. 

          Pasaron como 3 semanas y yo ya me comportaba y vestía como mujer, me gustaba mucho que Alfonso me besara, que me abrazara y acariciara, así como que me sentara en sus piernas y me llevará a todas partes. Entonces el me dijo, te voy a tomar una foto, para llevársela a tu niño y escríbele que lo esperas aquí en la cafetería, a las 5 de la tarde de hoy. Cuando lo veas, se atrevida y coqueta, bésale la mejilla, pon su mano en tus piernas así como en tus nalgas, etc.”. Ese día me puse un vestido rojo, corto, tacones muy altos, y todo el atuendo, y déjate agarrar y besar”. Asi lo hice y cuando llego Hugo a la cafetería, me vio vestida de mujer, y yo de inmediato fui con él y lo abracé, mientras él me devolvía e abrazó me dijo que le gustaba mucho y que lo acompañara al baño, y allí me subió la faldita y me lamió y mordió las nalgas. Luego me dijo “siéntate para hacer pipí mamacita y así vas a ir a la escuela”. 

          Yo le dije todo a Alfonso y él me dijo, “déjalo, solo quiere que te exhibas pero con sus amigos no te la vas a acabar”. Y me pidió que lo acompañara a su casa, y yo acepté. Ya en su casa vi varías fotos de chicas en lencería y le pregunté que como me vería así y él me dijo que muy bien. Así que de inmediato me dio un vestido rojo corto, tacones muy altos, minimedias negras, liguero, brasier y tanga, todo de color rojo, me lo puse y me maquillé y al verme Alfonso quedó maravillado y me dijo “estas bellísima Claudia” y me abrazó y me besó los labios y yo le correspondí besando los suyos, luego me agarró y acarició las nalgas y yo de inmediato le dije “te amo Alfonso, quiero ser tuya” y él me abrazó más fuerte y me subió en un escritorio y me besó y mordió los pezones, me subió la falda y empezó a meterme su pene, lo metió un poquito y luego poco a poco más y más, hasta que me hizo gritar, pues estaba demasiado estrecha. Luego me volteo y puso mis muslos sobre sus hombros y volvió a empujar y como me dolía mucho grite y gemí fuerte. Y así duramos abrazados y besándonos, y el cogiendome, como  30 minutos. Al terminar me dijo “mi amor, quiero tenerte aquí en mi casa siempre en lencería y cuando salgamos ponte vestidos muy cortos y tacones muy altos porque me enloquecen tus piernas”. Y yo le respondí “si mi amor, como tú digas”. Y me dijo “quiero que te vea un médico para que te de hormonas para que te crezcan los senos”. Y nuevamente le dije que si. Y esa fue la primera vez que me cogia un hombre y también desde ese día Alfonso, el ex esposo de mi hermana me convirtió en su mujer. 

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Autor anónimo
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