RELATOS ERÓTICOS

KAREN DANIELA 1. Mi nombre es Carlos Eduardo, tengo 52 años, mido 1,89 metros, moreno de contextura gruesa, y por supuesto bien dotado y mi gusto por la mujer es cuarentona, carnuda, tetona y de culo grande y siempre las penetro por el culo.

Pero como toda regla tiene su excepción por eso quiero relatar las aventuras con Katen Daniela, la sobrina de mi esposa Danna Maritza. Ella apenas cumplió los 18 años hace un par de meses, no le hicieron fiesta ni nada porque ella es algo especial, poco sociable y casi ni habla, la conozco desde q nació, pero por mis gustos contrarios a lo que ella es, nunca la mire.

Karen es muy chiquita creo que ni llega a los 1,50, muy delgada y ni tetas tiene, su cabello es largo y ondulado, y casi rubio, su piel es muy blanca, pero su actitud es horrible, poco sociable.

A los 8 días de su cumpleaños número 18 pasamos a su casa a una cuadra de donde vivo y le llevamos un regalo, una cadena de oro con un dije de un delfin, mi cuñada Marcela la hizo salir de su alcoba a la sala para recibir el regalo, salió descalsa y con un sport blanco muy ajustado y una blusa de cuello amplio que se le caía y dejaba al aire uno de sus hombros. Mi esposa le pidió a Marcela un café y se fueron las dos a la cocina y me dejaron a solas con esta joven. Ella me pidió que le colocará la cadena, me pareció correcto y me fui hacia ella.

En verdad que es chiquita, y ella me miró asombrada por mi estatura y me dijo que susto usted es muy grande, y me miró de una manera bastante sugestiva que me agrado mucho, me pregunto me podrias tu poner la cadena y se agacho obvio sin necesidad porque apenas me llegaba arriba de mi cintura, pero comprendí porque lo hizo, quería que le viera los senos, no tenía brasier y se los vi completicos unos pequeños senos divinos, adornados por unos pezones sin punta, pero con una oreola rosada hinchada muy tierna. Karen levantó su cabeza y me preguntó: cómo se me ven? Yo tenía mis ojos pegados a sus senitos y le dije se te ven divinos y sonriendo me dijo, me refiero a la cadena y al dije del delfin y soltó una risa muy linda y se fue a su alcoba y yo me quedé viendo como movía ese culo tan pequeño con tanta gracia y antes de entrar a su alcoba me miro y me mando un beso.

Mi esposa y mi cuñada llegaron a tiempo para yo sentarme y disimular mi ereccion, quedé atónito por lo que acababa de pasar, una nena como ella tan diferente a mis gustos me había provocado una erección en segundos, hablamos un rato y me dirijo hacia el baño y Katen se viene hacia mi y nos estrellamos a la entrada del baño, y me dice entras tu o entro yo? O mejor entramos juntos! y se reía, a mis 52 años una joven de 18 me estaba dejando cayado como a un idiota, pero demostrando mi hombría me agarre el pantalón justo en el pene y le dije, no quiero asustarte con esto, pero si quieres te lo muestro. Y dijo tal vez otro día y se fue a su alcoba.
Esto sigue....