Venganza (II) Publicado por pipotron el 05/06/2023 en Hetero: General

"De cómo la hija de mi pareja sigue tragando la leche de sus compañeros de clase"

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Tras la orgía de cumpleaños, los dos hicimos como si no hubiera sucedido nada, seguimos con nuestra vida normal, aunque mi deseo de venganza no se había apaciguado. Dos días después, la hija de mi pareja me dijo que tenía que decirme algo importante.

-¿Tú conoces a Jorge, uno de mis amigos?

-Sí, de vista.

-Es que ayer me pidió hablar conmigo en privado, que tenía que pedirme algo importante. Nos fuimos al almacén y cerró la puerta por dentro.

-¿Y bien?

-Me dijo que sabía que el día de mi cumpleaños había estado follando con varios chicos y que me había tragado la corrida de todos. Me dio muchos detalles, que me habían follado a cuatro patas, que se habían corrido dentro sin condón. ¿Él fue uno de ellos? No le respondí, aunque tenía el vídeo que lo demostraba.

-Me dijo que se lo iba a contar a todos los chicos, que era una zorra por tragarme la corrida de unos desconocidos. Le rogué, le supliqué que no dijera nada, pero él seguía empeñado en contarlo, hasta me puse de rodillas y entre lágrimas le pedí que no lo contara.

-¿Se la has chupado?

-Sí. Se sacó la polla y me dijo que o le vaciaba los huevos como a los otros o lo contaba todo. No tenía opción, César, se la chupé lo mejor que pude, se corrió en mi boca sin avisarme, cuando creí que estaba toda su leche en mi boca me la tragué toda de un trago. Menos mal que me dejó un buen sabor de boca, estaba dulzona. No me dijo nada más, se subió los pantalones y se fue. ¿Crees que va a contar algo?

-Lo que es esencial es que no le cuentes nada de esto a tu madre, nunca.

-Sí, eso lo tengo claro.

-Si alguien más te vuelve a decir algo de la fiesta, haz lo que te pide, lo que sea, pero cuéntamelo, yo me encargo de todo -le di un beso suave en los labios y me levanté.

Había creado un grupo de wasapp con los amigos de la fiesta, cada uno de ellos tenía el vídeo donde follaban a la hija de mi pareja y se veía bien claro los espasmos que tenían al correrse dentro de ella. Los tenía en mis manos. Ellos no querían que trascendieran los vídeos, yo por ahora tampoco.

Volví a hablar con mi pareja, iba a tardar una semana más en volver, todo el tiempo libre lo estaba pasando con su compañero, el jovencito semental, según me contaba en lo que era una atracción mutua incontenible con sexo desatado. No quise saber más. Me desnudé y fui a la habitación de su hija en pelotas. Ahí estaba, durmiendo plácidamente en la cama, con una camiseta por pijama y en bragas, era verano y hacía calor. La desperté con suavidad y le enseñé uno de los vídeos de la orgía, pero solo unos segundos, para que no pudiera ver quién era el chico que se la follaba. Ella se asustó, porque se reconoció enseguida.

-Haz todo lo que te pida y nunca le digas nada a tu madre, este vídeo lo tengo yo controlado y no querrás que llegue a otros chicos, ¿verdad?

-Sí, pero por favor, que no lo vea nadie.

-Tranquila, solo tienes que obedecerme en todo. ¿Trato hecho? Ella asintió con la cabeza sin saber lo que le esperaba. Me tumbé en su cama con la polla dura y le dije: desnúdate.

-Que te desnudes, a partir de ahora eres mi zorra y harás todo lo que te pida.

Se quitó la camiseta y después las bragas entre nervios. Ven aquí y fóllame. Vamos, a qué esperas, fóllame. Ella se acercó tímidamente, cogió mi polla, se la puso poco a poco en su coño y se montó sobre ella suave, en unos segundos estaba toda entera dentro de ella. Vamos, muévete, yo no voy a hacer nada, tienes que follar tú. Ella empezó a cabalgar, mientras yo le cogía con fuerza las tetas, ella iba a su ritmo que fue incrementando, así como empezaron sus gemidos. Al cabo de unos minutos, aceleró el ritmo y se corrió, se echó sobre mi cuerpo sin sacarla y paró. En ese momento, empecé a follarla yo, mientras ella era incapaz de contener sus gemidos. Entonces me dijo

-Por favor, no te corras dentro.

-Dónde quieres que me corra, no queda mucho.

-Donde quieras, pero dentro no, por favor, ¿quieres en mi boca? Sí, córrete en mi boca, dámela toda en mi boca, pero dentro no.

-¿Te la vas a tragar?

-Si quieres sí, me la trago toda, toda tu corrida, hasta la última gota, te dejaré seco, pero córrete en mi boca… Se calló en ese momento, cuando con mis manos empujé sus hombros hacía abajo y se la metí todo lo profundo que pude, hasta el tope de mis huevos. Estaba toda dentro, entera.

-Me queda poco para correrme.

-Dentro no, haré lo que quieras, pero dentro no por favor por favor.

-¿Harás todo lo que te diga, sea lo que sea, serás mi zorra? -mientras seguía metiéndosela hasta el fondo y ahora la tenía cogida por las caderas.

-Seré tu zorra, seré tu puta, sí, sí.

-Me corro.

-No, no, dentro no. Seré tu puta.

De un empujón me la quité de encima y le puse la polla en la boca. No hizo falta que dijera nada, ella misma se puso media polla en la boca y comenzó a chupar, en unos segundos le estaba disparando mi lefa en su boca. Ella la acumuló en la boca, la tragó y abrió su boca para que viera que todo mi esperma estaba camino de su estómago.

-Muy bien, eres mi zorra. A partir de ahora y hasta que venga tu madre, hay nuevas reglas en mi casa.

-Lo que quieras, pero no te corras dentro, por favor.

-Hasta nueva orden, vas a ir desnuda en casa, nada de camisetas, en pelotas. Vamos a dormir juntos, aquí, desnudos, y me haces una buena mamada tragada todas las noches antes de acostarnos. Ella empezó a lagrimear. Si no te gusta, siempre te puedo atar las manos, le dije. No me respondió, la abracé y nos tumbamos en la cama, me pegué como lapa a su cuerpo blanco y turgente hasta que me quedé dormido.

Bajó a desayunar desnuda. Era una chica buena. Yo también la esperaba desnudo y relajado. Recordé que tuvo una bronca fea con uno de sus amigos de clase, al que no volvió a dirigirle la palabra. Le pregunté si ya se había reconciliado o seguían peleados. Es un cabrón, se salta las clases, te toca el culo sin su permiso, te pide apuntes y luego no te los devuelve, si coincides con él de fiesta te intenta besar y meterte mano por poco que beba, un cerdo, no hay tía que lo soporte -me dijo. Puse en el wasapp de los chicos que le escribieran para que viniera por la tarde después de clase a la casa, era una fiesta sorpresa, aunque nadie sabía aún que solo iba a venir él, y que no le dieran más detalles. Cuando vi que ella acabó de desayunar le pedí que se acercase. Cuando la tuve delante le dije: Ponte de rodillas.

-Espera, lo de anoche, no iba en serio ¿verdad?

-Abre la boca. Abre la boca. No le di tiempo para más, cogí mi polla flácida y se la metí en la boca, ella no tuvo más remedio que abrirla ante la presión que yo hacía. Como estaba flácida entraba entera sin problema. Los huevos también, zorra, te voy a follar la boca con los huevos también, métetelos dentro. Ella obedeció como pudo. Cuando noté que estaban dentro, le folle la boca.

-Toma zorra, para que aprendas que vas a hacer todo lo que te diga sin rechistar.

Paré cuando me di cuenta de que no había erección ni la iba a haber. Estaba reventado y me quería guardar para la tarde.

-Déjalo, prefiero que guardes fuerzas para esta tarde. Tenemos visita.

-Otra vez me van a follar varios tíos.

-Ya lo verás. Cuando vengas de clase, si no estoy, te duchas y me esperas desnuda en tu habitación.

-Solo te pido una cosa, que no se corran dentro, por favor te lo pido. Haré lo que me pidas, menos eso.

-¿Prefieres tragarte las corridas? Esa pregunta le dolió, me miró a los ojos con tristeza, pero respondió: Sí.

-Muy bien, yo respetaré eso y te obedecerás todo lo que te diga, sea lo que sea. Nos vemos a la tarde.

A la tarde, el chaval llegó retrasado. Eso me dio tiempo para decirle a la hija de mi pareja que esta vez no había antifaz y que iba a pedirle perdón a nuestro invitado, fuera quien fuera, y que como señal de reconciliación iba a dejar que le hiciera lo que quisiera, una mamada o lo que le pidiera. El chaval por fin llegó, apestaba a alcohol e iba con una cerveza en la mano. Conseguí que entrara en silencio en la casa sin que tropezara en el camino. En ese momento bajó ella. El tío se quedó mudo, boquiabierto al ver a su compañera de clase y antigua amiga en pelotas delante de él, pero más muda se quedó la chica cuando lo vio en el salón.

-Pídele, perdón, vamos, a qué esperas, dile lo que te he dicho arriba que le tienes que decir, venga -le dije. Ella tardó un poco en obedecer, pero se lo pidió.

-Lo siento, no me porté bien contigo, te pido perdón, quiero seguir siendo tu amiga y como compensación, para que veas que a partir de ahora puedes contar conmigo para lo que te haga falta, puedes hacerme lo que quieras.

El chaval me miró, no se lo creía, yo le hice un gesto de adelante, pero no se lo creía. En cuanto me puse a comerle las tetas para ver que iba en serio, el chico dejó caer la bebida y se abalanzó sobre ella para besarla. Yo me aparté y le dejé espacio, que él aprovechó para comerle las apetitosas tetas.

-Apesta a alcohol -dijo ella. En ese momento, el chaval le metió la lengua en la boca, con todas sus babas de borracho mientras le cogía el culo a dos manos. Ella lo aguantó como pudo.

-Trágate las babas, su saliva, vamos. Ella me miró para cerrar los ojos, cogerle la cara al chaval y abrir su boca para que le metiera hasta el fondo la lengua. El chaval aprovechó y le magreó la boca todo lo que pudo, llenándola de babas que se iban depositando en la boca de ella. El chaval se separó, sobre todo para coger aire, mientras ella seguía con la boca abierta conteniendo la saliva de él.

-Escúpele en la boca, vamos, las veces que quieras, venga -le dije. El chaval me miró, miró a ella con la boca abierta y le escupió una vez, dos y tres veces y le entró la risa.

-A ver, enséñamelo- le pedí. Ella se acercó y me enseñó la boca con un montón de saliva acumulada.

-Muy bien, trágatelo. Ella lo hizo de un golpe. El chaval se echó encima de ella otra vez para chuparle todo el cuerpo y casi la tira, por lo que les separé un momento, la lleve al sofá para ponerla boca arriba, mientras el chico se desnudaba en cuestión de segundos. Desnudo y empalmado, el chaval me preguntó: ¿me la puedo follar?

-Puedes hacer lo que quieras con ella, ya te lo ha dicho, todo. Se echó encima de ella y en un momento ya se la había metido con un auténtico bestia, se la estaba follando con embestidas fuertes y secas, como un bruto, a empujones, mientras ella emitía sonidos de disgusto ahogados por los soplidos de él. Para que se callara de una vez, le metí la polla en la boca y empecé a follársela. De repente, el chaval soltó una especie de gruñido y dejó caer su cuerpo completamente encima de ella al tiempo que le daban como un par de espasmos. Eran de placer, se había corrido dentro. Le cogí al chico del hombro y lo tiré al suelo, al lado de sofá, el chaval estaba ko entre el alcohol y el orgasmo, a punto de dormirse.

-No te muevas -le dije a ella. Como te tengo que dar las pastillas del día después igual, voy a rentabilizarla. Abre las piernas. Ella no lo hizo, pero yo se las cogí, las separé lo suficiente para tener espacio y dirigí mi polla hacia su coño. Ella me miraba aún entre lágrimas. Le devolví la mirada fijamente y se la metí. Ella volvió a soltar un gemido, mitad dolor y mitad placer, y cerró los ojos, apartando la vista. Era mi momento. Miré al chico, estaba ya dormido en el suelo, y comencé la embestida, empecé a meterle la polla hasta el fondo, todo lo que pude, sus tetas blancas eran un vaivén y yo sacaba la polla hasta casi la punta y se la metía todo de un empujón, la estaba follando como una zorra, con fuerza, y seguí hasta que noté que me venía la leche. En ese momento me dejé caer encima de ella, se la metí hasta el fondo de coño y descargué lo que tenía en los huevos, bien dentro, para llenarle el útero de semen. Me quedé un minuto encima de ella, para asegurarme de que todo se le quedaba bien dentro, aunque cuando la saqué, su coño empezó a chorrear esperma. Me puse los calzoncillos, desperté al chaval, le hice que se vistiera y le amenacé para que dijera nada de lo que había pasado, aunque iba tan borracho que quizá no se acordase.Era el momento de otra pastilla antibaby, aunque quizá le voy a dar una aspirina

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