Por

Anónimo

agosto 31, 2010

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Una noche de verano

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Mi nombre es Fernando y vivo en Valencia. Estoy felizmente casado con María. Desde hace un tiempo tengo una relación con Bea, una amiga nuestra, de nuestro grupo habitual de amigos. Surgió de la mutua atracción, casi sin buscarlo, y mantenemos algún esporádico y breve encuentro y sobre todo, un juego siempre muy picante con pruebecitas y retos cuando quedamos en grupo o para enviarnos por email o relatarnos luego.

Bueno a lo que vamos� Yo tengo 34 años, igual que mi mujer y Bea tiene 30. Todos nuestros amigos rondamos esas edades y todos estamos casados.

Durante este verano, mes de agosto, calor sofocante jejeje, ocurrió esto:

Habiamos quedado para cenar en Pizza Roma. David y Bea, María y yo, Jose y Amparo, Ricardo y Yolanda, Pepi y Juan� vamos, un buen grupito. A través de nuestros emails, Bea y yo, habíamos quedado en que ambos iríamos sin braguitas ni calzoncillos, por lo que estaba deseando ver que minifalda se había puesto esa noche.

En casa, vistiendome para salir, no pude evitar que María se diera cuenta que no me ponía calzocillos.

-Eres un guarro!,ya vas sueltecito como a ti te gusta!- Me dice.

Ignoro su comentario y me subo los vaqueros. �Pues si, me apetece recien duchadito ir sin nada, que hace mucho calor y además, sabes que me gusta y con lo guapa que seguro que te pones, me pone todavía mas caliente-. Me acerco y le doy un largo beso, cálido y húmedo al que María responde, notandola mas caliente de lo que esperaba.

-Vaaaaaale� te voy a dar un gustito esta noche. Ire sin braguitas y con vestidito-

Uffffffffffff, como se ponía la noche. Bea y mi mujer sin bragas!!!! Madre mia!!! Creo que esta noche me corro antes del postre jejeje.

Cuando llegamos a restaurante veo aparecer aparecer a Bea con un escote pronunciado que deja apreciar parte de tus preciosas tetas y una superminifalda, que solo al mirarla, empiezo a tener problemas para disimular el bulto de mi entrepierna. Al darle dos besos consigo susurrarte al oido lo guapa que está y que María tampoco lleva bragas. Bea me mira sorprendida y sonriendo. Seguro que imaginando lo caliente que ya voy.

Nos sentamos en la mesa que teniamos reservada. Bea y yo conseguimos sentarnos uno enfrente del otro. Maria a mi derecha y David, su marido, a su izquierda, rodeados de todos los demás. Comenzamos a beber y a cenar, no dejamos de mirarnos complices de lo que sabemos que está pasando. De vez en cuando dejo caer mi mano sobre las piernas de María y Bea se ries cada vez que ve dar un saltito a María sabiendo lo que hecho. No me atrevo a tocar a Bea por debajo de la mesa, pero ya he acariciado un par de veces la rajita de mi mujer y estaba muy humeda. No aguanto mas, estoy muy caliente. Dejo caer mi tenedor al suelo para tener la escusa de agacharme y cuando lo hago, Bea abre levemente sus piernas para que puede verte mejor. Aunque casi no hace ni falta, porque, sentada, la minifalda casi no le tapa nada.

De pronto María dice que va al baño, Bea se da cuenta y se apunta al paseo mirándome con ojos perversos y muyyyyyy calientes. Yo miro y ni me entra el trago de vino. Solo imaginarme a las dos en el baño�

Son baños amplios y hay mas chicas, por lo que se meten las dos a la vez en el mismo water. Bea se sienta primera tu esperando que María diga algo de tu falta de ropa interior, pero no lo hace. Le toca a mi mujer y Bea no lo evita�

-Tu tampoco llevas braguitas?-

-No- dice María como avergonzada �Un caprichito para Fernando, que le encanta que vaya así, pero yo voy superincomoda.

-Ha pues a mi me encanta, ves?- Y te subes la minifalda para que vea tu rajita recién depilada. �Me parece excitante ir sin nada y de vez en cuando si que lo hago-.

-Vas depilada? Ufff, y no te pica cuando te sale el vello?-

-No, que va?, mira- Bea coge la mano de María y se la lleva hacia su rajita para que acaricie lo suave que la tiene. Esperaba tener resistencia pero sorprendentemente no es así. Pasa la mano de María de arriba abajo, suavemente, un par de veces y cuando esperaba notar que se retirara, ve que continua tocandole. La excitación de Bea se multiplica de repente.

-Si que es suave� y húmeda!!!!-Dice Maria sorprendida. No deja de tocarla, ha abierto sus labios y acaricia su agujerito, sube hasta su clítoris, se mueve por todo su coño y la está volviendo loca.

Se mirais las dos, calientes, soriendo excitadas y se dan un suave beso, enroscando sus lenguas por primera vez. Maria se aparta de repente.

-Que pasa?- pregunta Bea

-uffff, no se� nunca había hecho esto- dice María.

-Ni yo tampoco- le contesta Bea, conforme da un pasito hacia delante, le sube el vestidito a María, se agacha y le pasa la lengua por su rajita, abriendole sus labios hasta llegar al clítoris. A María se le escapa un suspiro que seguro que se ha tenido que oir fuera. Se sobresaltan un poco y lo dejan estar con una mezcla de rubor y excitación. Se arreglan y salen fuera.

Conforme se acercan a la mesa no dejo de mirarlas, e intuyo que algo a pasado. No se que, pero no puede ser mas que muyyyyyyyyy excitante y ya no se como contener mi polla en el baquero. Las miro a una y a otra y solo noto que vienen raras, con una expresión diferente con la que se levantaron. Bea me mira maliciosa y sonriente. María me da un beso de tornillo que jamás me da delante de la gente. ¡¡¡ Por Diós!!!! ¿Qué ha pasado ahí dentro? ¡¡¡Necesito saberlo!!!!

Durante la cena sigo intentando averiguar que ha pasado, pero ni me atrevo a preguntar. Noto como Bea se divierte sabiendo como lo debo de estar pasando y me da la sensación de que Maria y ella evitan las miradas. Intento levantar mi pie descalzo hacia las piernas de Bea, cuando Maria pone su mano en mi paquete. ¡Increíble! Como debe de estar de caliente para pegarme los dos apretones que me ha pegado. Me mira al notar lo dura que tengo la polla, caliente, muy caliente. Sonrie maliciosa y me vuelve a dar un beso rápido pero humedo, excitante y se gira para seguir hablando con Amparo. Yo estoy para reventar.

La cena termina y nos levantanos. La idea es ir a alguna de los pubs de la zona, donde poder tomar algo y bailar. Llegamos a María Bonita, todo oscuro, lleno de gente, Maria me aprieta a su espalda, noto a Bea en la mía y disparo mi mano hacia su minifalda. Nadie lo puede ver. Noto la rajita de Bea muy muy húmeda. Mis dedos están llenos de su fluido. Nos separamos por los empujones de la gente hasta que encontramos un hueco donde poder estar todos. Dejamos las chaquetas y Bea y yo aprovechamos cualquier cercanía para mirarnos y rozarnos. No se como va a terminar la noche, pero me da la sensación de que todos ya notan lo caliente que voy.

Me acerqué a la barra a pedir. Noté el roce de unas tetas en mi espalda y el susurro de Bea en mi oreja. Decidido bajé la mano a su minifalda y mientras me atendía la camarera buscaba su clítoris entre su raja húmeda. La camarera le preguntó de nuevo porque no le oía y al inclinarse hacia la barra, mis dos dedos penetraron en su coño. Se le escapó un suspiro que dejó un poco anonadada a la camarera, pero se giró para ir preparando el pedido. Mi ritmo con los dedos iba subiendo. Llegan los cubatas, hay que pagar y yo no quiero sacar mis dedos del coño de Bea, por lo que saco la cartera e intento torpemente sacar los billetes con una mano. La camarera empieza a pensar si es que estamos los dos un poco gilipollas, hasta que se da cuenta de donde tengo yo mi otra mano. Sorprendida, sonrie maliciosa, me coge ella misma la cartera y saca un billete de 20 y me la devuelve guiñandonos un ojo. En ese momento llega Pepi a pedir y aparto mis dedos rápidamente. A bea sus fluidos le llegan a las rodillas y no acaba de poder andar bien hasta el tercer o cuarto paso. Menudo calentón llevamos.

Maria a tomado varios peche�s y empiezan a hacerle efecto. Sus bailes y sus roces conmigo son cada vez mas insinuantes y calientes. Notar mi polla tan dura la está poniendo a mil. Yo deslizo mi mano de vez en cuando bajo su vestido y entremezclo sus fluidos con los que ya llevaba de Bea que aun noto entre mis dedos.

Maria se va al baño junto con Amparo y Pepi. Los chicos están en la barra pidiendo y Bea y yo nos quedamos casi solos, por lo que aprovechamos para bailar bien cercano el uno al otro. En esto, pusieron un disco de música lenta. La agarré de la cintura y ella a mi de los hombros, la discreción la empezábamos a abandonar. La verdad, yo ya había cogido el punto con las copas y tantos momentos calientes durante la noche me empezaban a afectar a mi razón. Así que poco a poco, mis movimientos empezaron a ser más insinuantes, igual que los suyos. Finalmente, mis manos se deslizaron de su cintura a sus nalgas y comenzé a amasarlas con suavidad al principio y con firmeza mas adelante. Nos fuimos desplazando a una zona más oscura de la sala, con una mano le levantaba el borde de la falda y con la otra exploraba sus ya húmedas interioridades. En uno de los movimientos del baile, la solté de mí y con un brazo la giré quedando de espaldas a mi. Restregaba mi paquete por su culo y sentía algo muy, muy duro recorriendo la raja de sus nalgas. Mientras comencé a recorrer sus tetas, las cuales habían sobrepasado ya el punto máximo de endurecimiento. Estaba calentísima y yo lo único que quería era penetrarla. Vemos que Maria sale del baño y cortamos la escena. Mejor ir de nuevo donde el grupo o la liaremos buena.

La noche continua y la gente se va retirando. Quedamos David, Bea. Maria y yo. David lleva una cogorza que lo tiene a punto de caerse, por lo que está sentado en un sofá medio caido y a casi dormido. Nosotros tres seguimos con un punto festivo bastante mas elevado, pero decidimos retirarnos y llevaros a casa, ya que el único que parece en condiciones de conducir soy yo�y no mucho.

Llegamos a casa de David y Bea. Ayudamos a subir a David, totalmente grogui ya. Lo dejamos en calzoncillos y lo metemos en la cama. Cuando Maria y yo nos disponiamos a irnos, Bea propone una última copa, para que no acabe así la noche. No nos costó mucho decir que sí. Maria aún aguantaba con ese puntito medio borracha y caliente y yo seguía muy, muy caliente. Bea sacó la botella de tequila, la sal y limón. �¡Venga un tequila!-

-Vale- dice María y me da un chupetón en el cuello �pero yo cojo la sal de aquí-.

-Eh!!!! Eso es trampa!!!, yo a mi marido lo tengo en la cama- Se queja Bea

-Bueno� te dejo mi cuello- dice sorprendentemente Maria.

Yo alucinaba, uffffffffff, que calentón me estaba subiendo solo imaginarme ver a Bea chupandole el cuello a mi mujer.

-Vale- y te lanzas al cuello de Maria y le das un chupetón que me pareció interminable. Maria cerró los ojos y� ¡Era de gusto!!!! Diós!!!! ¿Qué había pasado en el baño durante la cena?.

Yo no sabía que hacer. Con sal en el cuello, viendo como le ponía Bea la sal a Maria en el suyo� -¿Y yo?, ¿De donde cojo la sal?- Me quejo balbuceando.

-Pues el único cuello que queda libre es el mio. ¿Vale?- Se adelanta Bea a Maria mientras espera su afirmación mirandola a los ojos. �Vaaaaaaale- dice Maria.

¡¡¡Estoy alucinando!!!. Me lanzo al cuello de Bea y se lo humedezco lentamente, muy delicadamente, muy suave� le pongo la sal y nos tomamos el tequila. Al chuparnos la sal hacemos un ruedo algo trastavillado y acabamos en el suelo riéndonos los tres.

-Otro mas!!! Que este no ha salido bien!!!- Dice Bea decidida y también medio borracha.

-Vale- dice Maria. �Pero ahora te pongo yo a ti la sal y tú a Fernando, ¿Vale?- Tanto Bea como yo estamos de acuerdo, ¡como no!.

Cuando Bea me empieza a chupar mi cuello creía que me corría allí mismo, joooder como estaba de caliente. Le humedezco yo el cuello a Maria casi en la nuca, buscando mas comérmela que un sitio donde poner la sal. Pero lo mejor viene cuando Maria se acerca a Bea y recorre todo tu cuello con su lengua hasta llegar cerca de tu oreja, donde reposa sus labios y la hace estremecer de chupón que le hace. Creo que ninguno de los tres podemos estar mas caliente. Le damos al segundo tequila, nos comemos la sal� y ninguno vamos a por el limón. Seguimos cada uno con el cuello del otro hasta que Maria se decide a soltar a Bea. Entonces cogemos Bea y yo tambien la rodaja de limón.

-Juguemos a algo- dice Maria.

-¿A que quieres?- pregunta Bea

-No se, a algo. Pon música y bailamos, ¿no?- contesta

-Jugamos al streeppoker!!! Jejeje- añado yo con mala intención

-¡¡¡Guarro!!! Seguro que te gustaría- me dice enseguida Maria. �Pero yo no se jugar al poker. Juguemos al trivial!!! Y que falle pregunta: chupito; y el que acierte quesito: los otros dos se quitan prendas-.

Bea y yo nos miramos un segundo, no mas tiempo, porque salió corriendo a por su trivial.

Nos sentamos en el suelo, frente a la tele y establecemos las reglas. Solo llevamos tres prendas cada uno: la falda, el sujetador y la camisa vosotras y el pantalón, camisa y zapatos (para igualar en número) yo. Sorteamos y le toca empezar a Bea. Acierta la primera y sigues. La segunda la falla y le toca tomarse otro chupito de tequila. Le toca a Maria, acierta dos seguidas y cae en quesito que tambien acierta y nos toca quitarnos prenda. Me quedo sin camsa y Bea en sujetador. El juego se va poniendo muy, muy excitante. Maria falla la siguiente pregunta y le toca tomarse otro chupito, pero decide chuparme el pecho y ponerme ahí la sal para hacerlo mas caliente si cabe. Uffffffff, como esta el ambiente. Me toca a mí, acierto la primera y caigo en quesito, que acierto tambien y les toca a ellas quitarse prendas. Maria se queda en sujetador y Bea con las tetas al aire. No puedo dejar de mirarlas y Maria se da cuenta �Que miras tanto? Guarro!!!!- Me grita entre risas. �La verdad es que las tienes redondas y bonitas- dice Maria ante nuestro asombro �La proxima sal la pongo sobre ellas- termina diciendo. Yo creo que me voy a correr en ese mismo momento.

Cojo nervioso el dado y tiro deprisa como sin saber salir de ese momento, pero no quiero que le juego termine, es lo mas excitante que me ha pasado nunca. Fallo la pregunta y me toca beber. Miro a María, me armo de valor y le pregunto: -¿puedo estrenarlas yo?- señalando con la sal las tetas de Bea.

�Mira que lo sabía!!!! Vaaaaaaaaaaale-. Consiente María

Sin mas dilación me arrodillo frente a Bea. Nos miramos fijamente y casi nos podemos transmitir el �calor� de uno a otro, una sonrisa complice entre los dos, agacho la cabeza y le doy una lenta y amplia lamida a la parte superior de su teta derecha. Cierra los ojos, suspira profundamente. Le pongo la sal mientras Maria dice �Ah, puesss, parece que te gusta que te coma las tetas mi marido, eh??-. �Ufff, no sabes lo que me ha gustado ese lametazo- contesta Bea mientras sonreimos los tres, calientes y deseando seguir jugando. Me bebo el tequila y cojo la sal succionandole casi por entero la teta y cojo el limon que sujeta con su boca y que se resiste a soltar porque quiere comerme entero, pero me despego de ella. �¡¡¡que siga el juego!!!- grito entusiasmado.

Le toca tirar a Bea. Acierta cuatro preguntas seguidas y cae en quesito. ¡Acierta!. Mar se queda con las tetas al aire y yo me quito los zapatos quedándome con el pantalón. Sigue jugando Bea, acierta dos mas y falla.

Se acercas a mi con la sal. Mas que chupar, supciona mi cuello, me pone la sal, el limón en la boca. Le da al chupito y se abalanzas sobre mi cuello hasta no dejar ni una pizca de sal. Se mete todo el limón en la boca para intentar darme un morreo al mismo tiempo. �Ehhhhhhhhh, que eso empieza a ser trampa!!!!!!- Nos grita Maria separándonos. �Venga que siga el juego que yo también quiero- Vuelve a decir entre risas.

El ambiente es casi insostenible. Nos miramos los tres y estamos deseando saltar sobre el tablero y hacerlo salvajemente, pero� es que no se ni por donde empezar con dos mujeres!!!!!!!!. Le toca a Maria, acierta tres y llega a quesito� ¡Acierta! Bea y yo nos quedamos desnudos. Mi polla está dura como una piedra y la rajita de Bea brilla de la humedad que despide. Maria se da cuenta de ambas cosas y nos mira complice.

La siguiente pregunta la falla y le toca tomar un tequila. Se dirige a las tetas de Bea tal y como había prometido anteriormente. Se mirais fijamente a los ojos, calientes, excitadas y casi borrachas. Le lame la parte superior de una teta, le pone la sal, el limón en la boca y se toma el chupito. Estoy a punto de correrme cuando veo como mi mujer le come la sal de la teta y le quita el limón en un intenso beso. Uffffffffffffffff

Me toca tirar�

-Bueno� ¿Ahora que?. Si acierto quesito, a Bea ya no le quedan prendas, ¿Qué hacemos?- Pregunto.

�Es verdad, no habíamos caído- contesta Maria ante nuestro cruce de miradas expectantes y brillantes de lujuria.

-¿Qué hacemos?- Dice Maria

-No se, ¿Nos atrevemos a algo mas?- Pregunta Bea

-Por mi�- Digo yo

-Si claro!!! Por ti seguro jajaja- Se rie Maria.

Esto promete, yo creo que vamos a poder seguir el juego y me estoy poniendo muy muy muy excitado� si aún se puede mas.

-Hagamos tres papelitos con pruebas cada uno, se ponen en el centro y el que no tenga prenda para quitarse, coje papelito y hace lo que pone- Propongo

-Vale!!-Contestas Bea inmediatamente. �Voy a por papel y bolis-

-Vale, a mi también me parece bien, pero yo empiezo como vosotros, que si no no me gusta-Dice Maria al mismo tiempo que se levanta y se quita la falda ante la mayor cara de anodadado que he tenido que poner en mi vida.

Rellenamos los papelitos, los doblamos sin que los vea el otro y los ponemos en el centro del tablero.

Alli estamos los tres desnudos, expectantes ante la nueva partida, deseosos por conocer las pruebas que han propuesto los otros. Para alargar un poco el juego cambiamos un poco las reglas, ahora quien falle sigue bebiendo chupito, quien acierte elige quien quiere que haga la prueba.

Por fin me decido a tirar el dado, leemos la pregunta como podemos ya que el alcohol no nos deja ver con claridad y fallo� me toca chupito. ¿Cómo te lo tomaras esta vez?

-Este me lo tomo yo solito, no necesito vuestra ayuda � estoy tan deseoso de que alguien haga alguna prueba que no quiero perder ni un minuto.

Nada mas acabar de bebérmelo, Maria tira los dados y acierta la pregunta. Coje un papel del centro y sin ni siquiera abrirlo se lo entrega a Bea: – Haz tú esta prueba! –

Es una de las que yo he escrito y es más una petición que una prueba. Bea lo abre y lee: �Quiero saber que ha pasado durante la cena en los baños del restaurante. Contármelo con todo detalle. No os creeré si me decís que nada�

Maria y Bea se miran cómplices y sonríen. Estan justo enfrente una de la otra, yo estoy entre las dos.

– Es mas fácil de lo que pensaba – dice Bea mientras se pone a cuatro patas y va gateando hacia Maria. Si culo ha quedado casi a la altura de mi cara, no puedo resistirlo y le paso la lengua por la nalga y deslizo mi dedo entre mi culo.

Ya ha llegado a la altura de Maria, abre ligeramente sus piernas y ante mi asombro le pasa la lengua por su raja que nota muy húmeda por lo que se atreve a ir mas allá y le mete un dedo. Mi mujer suelta un gemido de placer que hace que Bea levante la cabeza, se miran durante un segundo y María empieza a meterle la lengua en un beso apasionado que no esperaba Bea. Dios, como me están poniendo, nunca lo hubiera imaginado. Se separan de repente un poco asustadas

-En resumen esto es mas o menos lo que ha pasado- me dice Bea.

-Pero creo que me gusta más contigo- Me dice María al oído mientras me pone una teta en la boca. Imposible de resistirse, así que empecé a comérsela. Por si no tuviera la polla lo suficientemente dura María me la acaricia hasta casi volverte loco.

– Ehhhh! Continuemos con la partida que yo también quiero jugar y me estáis sacando ventaja. � Grita Bea. – Me toca tirar. –

A María y a mi no nos queda de otra que separarnos, aunque sin muchas ganas de hacerlo.

Tira Bea, saca un 5, mueve, te hago la pregunta y aciertas, coges el papel y me lo pasas.

-Te toca a ti esta prueba- me dice Bea. Abro el papelito y leo en voz alta:

-Harás una felación de 2 minutos al compañero de la derecha- Uffffffffff, que calor me entra de repente� tengo que comerme a Bea delante de mi mujer!!!!! Miro a Maria, Miro a Bea, las miradas son lascivas, estamos totalmente excitados, a punto de corrernos los tres.

-Venga no tardes mas- Me dices Bea mientras se reclinas hacia atrás y abre sus piernas dejando a la vista su humeda rajita.

-Vale, que ya empiezo a contar- Dice Maria.-Uno, dos, tres�

Me tumbo frente a su coño y empiezo a deslizar mi lengua entre sus labios, de abajo a arriba y de arriba abajo, muy despacio, saboreando sus jugos, disfrutando, haciéndole suspirar en cada lamida. Juego con su clítoris. Lo absorbo, lo apretó con los labios, le doy vueltas con mi lengua. Está a punto de tener un orgasmo cuando Maria grita:

-Tiempo, tiempo, tiempo-

-Noooooo, que no pare, que no pare que me muero- grita Bea

-ahhhhhhhh, lo siento, es el juego- dice Maria mientras se acerca a ella y le da un profundo beso al mismo tiempo que desliza sus dedos por su raja. �Ufffff, si que estás humeda. ¿Te ha gustado como te lo ha comido mi marido?-

Estoy a punto de correrme al observar esa escena y al escuchar esa frase.

Se respira demasiada tensión sexual entre nosotros como para continuar con la partida, nadie lo ha dicho pero todos la damos por terminada.

Somos incapaces de continuar así, Bea acerco a Maria y empieza a comerle la boca, a deslizar ses labios por su cuello, a acariciar sus pezones mientras su lengua se aproxima a ellos. En un principio Maria quedó sorprendida y estaba tensa por la situación pero ahora disfrutaba de las caricias totalmente desinhibida.

Yo disfrutabas de la situación, observando una escena que tantas veces había deseado y que por fin se estaba realizando.

Maria estaba tumbada disfrutando de cómo Bea le lamía las tetas, estában las dos completamente húmedas. Los dedos empezaban a deslizarse por la raja de Maria, abriendo sus labios, introduciendo primero un dedo, luego dos� no se quien disfrutaba mas, si ellas por las caricias o yo por estar haciendo por fin un trío.

No puedo resistir más el ser un mero observador por lo que me acercas a ellas y deslizo mi lengua por la espalda de Bea sin que pueda evitar que gima de placer. Ahora son mis dedos los que están en la raja de Bea dando vueltas sobre su clítoris. -¡Dios!- Grita Bea. – ¡Me voy a morir de placer en ese instante!-.

Está a punto del orgasmo, sus dedos se mueven cada vez con más intensidad dentro de Maria, su lengua dibuja círculos sobre su clítoris casi con desesperación cuando de repente poso dedos en su culo, primero uno, después otro, hasta dilatarla lo suficiente para meterle mi polla y hacer que Bea se vuelva loca.

Ninguno puede evitar los gemidos, ninguno puede evitar contener el placer, todos acabamos corriéndonos. Estábamos cansadísimos, y Marí:

-Necesito una ducha�-

-Vale, pero podíamos compartirla- sugirió Bea

Nos miramos los tres con cara cómplice, sonreímos y nos levantamos del suelo entre miradas picantes dirigiéndonos hacia el baño.

Al entrar a la habitación, David abrio los ojos y preguntó aun medio dormido :

-Se puede saber donde vais todos en pelotas?

-A la ducha � contestó de la manera mas natural posible Bea.

-Me parece perfecto, pero me voy con vosotros, esta vez no me lo pierdo que llevo escuchándoos un rato y pensaba que era un sueño pero ahora veo que no�-

Maria se queda mirándome esperando ver mi reacción. Por supuesto, no pongo pegas ¿Cómo lo voy a hacer?.

Te metes en la ducha y abres el agua. Maria y yo estamos un poquito cohibidos por la nueva presencia de David, pero ahí estamos todos en pelotas y expectantes a que pasará en la ducha.

-¿Te gusta así el agua Maria?- Le pregunta Bea. Maria se mete también en la ducha, asiente y se pone directamente debajo del agua dejándonos ver todo su cuerpo mojado y brillante. David se mete el siguiente en la ducha. Ya casi no se cabe. Yo observo desde fuera como David y Bea se besan, como le acaricia la espalda y le apreta el culo. Bea se agachas y empieza a comerle la polla a su marido, mientras os salpica el agua de la ducha. Maria se aparta del agua, abre un poco los ojos y observa la escena, me mira, sonríe y se agacha para empezar a comerle la polla a David al mismo tiempo que Bea.

Yo no me atrevo a entrar porque no me apetece del todo que haya roces entre David y yo, pero estoy poniéndome muy caliente y empiezo a masturbarme. Bea se da cuenta de ello y deja la polla de su marido para mi mujer, se levantas y se acerca a mi. Me introduce su lengua hasta la garganta, mi polla se desliza entre tus húmedos labios vaginales casi sin proponérnoslo.

Bea puedo disimular se cara de asombro y placer. Pero piensa que de pie no es lo más cómodo por lo que me acerca al taburete para que me sientes. Se pone encima, a horcajadas, moviendo su pelvis sobre tu polla, sintiendome dentro de ella, restregando sus tetas sobre mi cuerpo, abrazándome con sus piernas. Mis manos están sobre su culo y la vista fija en lo que hacen Maria y David.

Mi mujer ya ha dejado de comerle la polla, ahora David esta detrás de ella besándole la clavícula mientras sus manos juegan con sus tetas. Le debe estar gustando pues frota descaradamente su culo sobre su polla a la vez que me dedica una mirada lasciva.

Me esta volviendo loco la situación, cada vez estoy mas caliente disfrutando de la escena, tanto que he empezado a pasar mi lengua por los pezones de Bea, al principio lentamente para ir aumentando el ritmo, he dejado de lamerlas para comérmelas como un loco�. Y le esta encantando, ya no puede disimular sus gemidos, no puedo evitar correrse sobre mi.

Le he hecho llegar al clímax. Bea se levanta y decido masturbarme. Sabe lo que me gusta que lo haga con su boca asi que a eso va. Mientras me como la polla estoy de espaldas está ajena a lo que ocurre con los otros dos. Pero yo no, yo continuo muy atento a sus movimiento, sorprendido de lo que esta pasando.

David esta metiéndole un dedo por el culo a Maria, primero uno, luego otro, después juega con su clítoris y lubrica su ano con sus flujos para finalmente acabar penetrándola por detrás.

¿De que disfruto mas, de ver a mi mujer con otro o de la lengua de Bea jugando conmigo? No lo sé, no me importa, pero quizás la mezcla de ambas cosas sea la que hace que Bea acabe con su boca llena de semen antes de tragárselo.

Casi al mismo tiempo, David se corre en el culo de Maria entre gemidos y suspiros. Se retira y apoya en la pared. Maria se pasa la mano por su culo y su raja que todavía pide más, se lleva los labios a la boca y se acerca a nosotros. Bea está acabando de limpiarme la polla con tu boca. Mira a Maria, esta se agacha, coge mi polla con la mano, la aparta de su boca y le da un beso metiéndole la lengua hasta la garganta. El espectáculo es increíble. Se besan, acarician, desnudas, de rodillas en la ducha, mojadas por el salpicar del agua. Se empezáis a acariciar la una a la otra el clítoris y las pollas de nosotros empiezan a reaccionar aunque acaben de eyacular.

Me acerco por tu espalda, me arrodillo tras de Bea, deslizo mi mano por su espalda muy suave hasta llegar a tu culo. Noto como su excitación sube todavía mas. Noto los dedos de Maria en tu coño mientras hago círculos en el orificio de tu culo con un dedo.

David está junto a Maria también apretándole las tetas y pellizcándole los pezones.

Le introduzco un dedo, dos, ufffffff, caben ya tres. Maria y tu gemís de placer hasta llegar a un nuevo orgasmo casi a la vez.

Nos vamos a la cama, nos dejamos caer y dormimos hasta que el sol nos fue despertando.


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3 respuestas

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