Copyright © 2016 - Relatos Eroticos .ES - Todos los derechos reservados. Cuestiones Legales.
"En esta serie de relatos les contare cosas que para un hombre convencional, le resultaría escandaloso, estúpido, inmoral e irrespetuoso. Pero que siempre se les ha pasado por su cabeza, pero nunca se atreverían hacerlo gracias al prejuicio de la sociedad."
Hay algo que bajo mi concepto es superior a cualquier otra sensación, esa que sientes cuando alguien especial está muy cerca de ti, sin pronunciar alguna palabra y generalmente se trata de evadir el contacto visual, les hablo de la tensión sexual.
La vida misma nos acostumbra a lo rutinario, a seguir el orden natural de las cosas, a no esperar nada y a pasarnos el resto de nuestras vidas esperando ¿morir?, que esperamos de la vida si no es descubrirla en todo su esplendor, saltarse las reglas de la sociedad no es ilegal y desde las antiguas civilizaciones hemos visto que se castiga todo aquel que vaya en contra de la corriente.
Pero no los voy aburrir con una reflexión de moralidad, más bien les contare una de las cosas más arriesgadas que echo en mi vida, que me llevo por momentos a sentirme extasiado y al más alto nivel de excitación y llevarme a la depresión y a la profunda tristeza pero, como es posible tal acontecimiento.
En esta serie de relatos les contare cosas que para un hombre convencional, le resultaría escandaloso, estúpido, inmoral e irrespetuoso. Pero que siempre se les ha pasado por su cabeza, pero nunca se atreverían hacerlo dada la gravedad del posible daño moral o de aquello que se le llama orgullo de hombre.
Nos acostumbraron tanto a la pornografía barata y vacía, que así queremos vivir nuestras relaciones sexuales, a la superioridad masculina, al tamaño del miembro viril, a la mentira y de no disfrutar de nuestra sexualidad.
Esta cadena de acontecimientos son la obra de una serie de acontecimientos que me han sucedido y que el resto son obra de mi inquieta mente, de un alma necia y atrevida y que sin duda alguna aquello que tanto se desea acaba siendo realidad.
Parte I
Aquella mañana aún con el dolor de cabeza de la resaca que me dejo la noche anterior, en la que el vino tinto y algunos amigos fueron los protagonistas y que sin duda alguna la mejor parte de esa noche fue terminarla en la cama con ella.
Llevábamos una relación monótona para muchos perfecta en donde todo lo rutinario daba vuelta día tras día en nuestra hogar, que con mucho sacrificio intentábamos sacar adelante; Las cuentas por pagar, el trabajo duro y un pequeño que necesitábamos criar se volvió todo en nuestra vida, yo esperaba la noche para acostarme con ella y ella cansada me decía no quiero.
La frustración se hacía cada vez más grande y las noches se volvían interminables, pero Samantha, ella era mi vida y por quien daría todo y seguro ella por mí también y aunque parecía una bella historia de amor, por dentro nos estaba matando el alma y nos preguntábamos cada uno en silencio hasta cuando iba seguir sucediendo.
¿Solo nos acostumbramos el uno al otro? O en verdad eso era el ¿verdadero amor?, teníamos las mismas preguntas pero éramos incapaces de hacérnosla el uno al otro, entonces nos dimos cuenta que todo era una fachada de lo infelices que nos habíamos vuelto.
Ella sabía mis fantasías y siempre le rondaban por su cabeza y justo aquella noche se atrevió a decirme todo lo que de verdad sentía, lo aburrida que estaba y de lo necesitada que estaba de vivir experiencias.
Le pregunte que quería, que podía hacer lo que quisiera y su respuesta me puso el corazón como una locomotora:
-Quiero vivir una experiencia con otra persona, quiero saber si soy capaz de hacerlo y que seguramente eso sea un antes y un después de una nueva relación entre nosotros.
-¿Quieres follarte a otro? , Le pregunte con picardía pero con ganas de que la respuesta fuese un...
-SI, quiero estar con otra persona, saber que se siente estar con alguien que no seas tú y aunque no sabemos si aún nos amamos eso nos lo dejara claro.
-Pues hazlo, solo con 1 condición que follemos contándome tus experiencias.
Todo esto acostados abrazados el uno con el otro, y tomándola rápida pero suavemente de su cuerpo le di la vuelta y le di un beso profundo y note como su corazón empezaba a latir violentamente, baje mi mano hasta su coño y lo tenía inundado de lo excitada que estaba, lentamente fui bajando a besos por su cuerpo sin ignorar aquellos senos que me pedían comérmelos, recorrí su abdomen con mi lengua hasta llegar hasta su húmedo coño y mi lengua bailaba sobre ella, mientras mis manos acariciaban todo a lo que podían llegar.
Luego le di otro beso y le susurre al oído cuanto quería que se la follara otro, como quería que se lo hicieran y cuanto más le daba detalles más se retorcía sobre si, suavemente fui penetrándola y con movimientos lentos seguía hablándole al oído hasta que no pudo más y con fuerza me dio vuelta y se fue sobre mí y me cabalgó como una jinete profesional, sus mejillas se colocaron rojas y sus lóbulos calientes, sentía cada pedacito de su excitación y tras un largo juego acabamos juntos y abrazados en la cama.
Al día siguiente solo podíamos reírnos cuando nos veíamos, pero lo mejor estaba por llegar porque ella Samantha tenía el guión de las mejores historias que nos pasarían.
Comentarios 0