Mi mamá realizaba trabajo domestico, en una ocasión enfermó y tuvieron que operarla, entonces yo fui a sustituirla en su trabajo, realizando las labores domésticas, el sábado llego y era el día de pago, el Sr. Braulio me dio un sobre con mi sueldo, lo conté y me sorprendió que era solo una cuarta parte de lo que mamá recibía, mi cara de sorpresa y de interrogación hiso que el Sr. Braulio dijera.

– No has hecho el servicio especial, pero estás muy chica para eso.

– Dígame ¿que debo hacer?� ¿Cuál es el servicio especial?… dígame y lo hago, de verdad, lo que sea lo puedo hacer, necesitamos el sueldo completo.

– Le pagare completo a tu mamá cuando regrese.

Salí disgustada de la casa, ¿porqué no me pago lo que a mi mamá?, ¿Qué es el servicio especial que hace mi mamá que no puede hacer yo?, al llegar a casa se lo comente a mi mamá y ella me dijo que con ese dinero nos alcanzaba, pero la realidad era otra, las medicinas eran caras y no alcanzaba para todo, así que le pregunte a mamá.

– ¿Qué es ese servicio especial que haces?, ¿Porqué dice que soy muy chica para ese trabajo?.

– Es que yo hago un servicio especial a los señores.

– ¡Dime¡� ¿Qué es ese servicio especial? y yo lo hago� lo que sea, necesitamos dinero.

Mi mamá me explicó en que consistía el servicio especial, yo lo pensé durante toda la noche y todo el domingo. El lunes llegó y fui al trabajo temprano, llegue a las 7 de la mañana, prepare el desayuno y cuando bajo Sr. Braulio el desayuno estaba servido, vestía una bata de seda, me saludo amablemente sentándose a desayunar.

– Sr. Braulio, hable con mamá y estoy dispuesta a hacer el servicio especial.

– ¿Cuántos años tienes?

– Estoy por cumplir los 17 Sr.

– Eres muy chica aún, pero eres muy linda, tienes muy bonito cuerpo� ¿Estas segura que lo quieres hacer?

– Si Sr�. Estoy segura.

– ¿Ya has tenido relaciones sexuales?.

– Si Sr�. desde los 14 años, he tenido cinco novios y lo he hecho con cuatro de ellos de forma regular.

– Desnúdate. � Dijo seco y tajante.

Me quite el delantal que traía puesto y seguí con la playera quitándomela por encima de la cabeza, quedando mis tetas cubiertas por mi sostén, me desabroche el pantalón, me di la vuelta dándole la espalda y me baje el pantalón inclinándome para mostrarle mis nalgas paradas, quedando sólo con unas pantaletas de corte cachetero, me di vuelta y puse mis manos en la espalda y desabroche mi sostén dejándolo caer y quedando mis tetas al descubierto, baje un poco mis pantaletas y gire dándole nuevamente la espalda, baje mis pantaletas mostrando mis nalgas y volví a girar quedando de frente a el, mis pantaletas quedaban al borde de mi vagina, los ojos del Sr. Braulio casi se le salían, deslicé mis pantaletas por mis piernas y mi vagina perfectamente rasurada quedó al descubierto, el Sr. Braulio se puso de pie y empezó a acariciarme mis tetas, mi cintura, mis nalgas, mis piernas y mi vagina, me manoseo toda, me beso en la boca y su lengua exploró rápidamente toda mi boca chocando con mi lengua y restregándose una con otra, después me soltó y me chupo mis tetas al momento que sus manos recorrían todo mi cuerpo dándole especial atención a mi vagina, ya me tenía bien excitada.

– Mámame la verga. � Dijo casi sin aliento por la emoción y ansiedad que tenía.

Deshice el nudo de su bata y la abrí, por encima de su bóxer se notaba su verga bien dura, me agache deslizando mis manos por encima del bóxer acariciándole la verga, metí mi mano por la abertura del bóxer y sujete su verga y la saque quedando frente a mi cara, la tome con ambas manos y le di un pequeño beso al glande que lucía brilloso, le acaricié los huevos y mi lengua recorrió ese tronco duro hasta la base, besando y lamiendo sus huevos, regresé lamiendo ese tronco hasta llegar a la punta y la metí a mi boca únicamente la cabeza, mi lengua jugaba con la cabeza dentro mi boca, el Sr. Braulio gemía de placer, me sujetaba la cabeza con sus manos impidiendo que su verga saliera de mi boca, pero ahora empujó para metérmela en la boca, deslizándose poco a poco, mi cabeza comenzó con el vaivén primero despacio y después mas rápido, las manos del Sr. Braulio me jaló de los cabellos, sacándome su verga de mi boca y poniéndome de pié, me subió a la mesa y me abrió las piernas, se bajo su bóxer quitándoselo por completo, se agacho mamándome mi vagina con frenesí, mi cuerpo se convulsionaba de placer, mi respiración empezó a agitarse y mis gemidos eran cada vez mas escandalosos, su lengua buscaba lo mas profundo de mi vagina y mis jugos comenzaron a salir y el Sr. Braulio se apuró a tomárselo todo, se puso de pie, su cara estaba mojada por mis jugos, eso me excitó, me acerque a su cara y comencé a lamer de su cara mis jugos, el tomo su verga con la mano y la otra me tomó de la cadera y me la empezó a tallar por mi vagina, su cabeza se deslizaba separando mis labios, yo puse mi mano en su hombro y eche mi cuerpo hacia atrás, deseaba que me clavara ese tronco grande, grueso y duro que me estaba restregando en mi vagina, mi cuerpo se volvió a convulsionar y mis jugos salieron, el Sr. Braulio aprovecho esa lubricación para comenzar a introducirla en mi cuerpo, arrancándome gemidos y gritos al sentir como iba entrando en mi ser, sentí que llegaba hasta el tope el vaivén me hacía gritar, sentía ese tronco dándome placer, sentía como su cuerpo golpeaba el mío, alzó mis piernas colocándolas en sus hombros, haciéndome recostar en la mesa, la intensidad de su movimiento aumentó, de repente se detuvo, saco su verga de mi vagina y me jaló poniéndome de pie y girándome de espaldas a él, me inclinó sobre la mesa y apuntó su verga a mi vagina y volvió a metérmela, con sus manos en mis caderas sentía que ese tronco llegaba mas adentro aún de ser. Mis tetas se balanceaban rozando mis pezones en la mesa, mis gemidos eran más intensos, mi respiración mas agitada, yo ya no aguantaba tanto traqueteo en mi vagina, mis novios acababan el 5 o 10 minutos, el Sr. Braulio ya llevaba más de 20. Al fin me sacó a verga y me jaló para que me hincara frente a el y abrí mi boca para recibir su leche caliente que mojó toda mi cara, yo recogí con mis dedos la leche de mi cara y la lleve a mi boca para tomármela, mientras que el Sr. Braulio me daba de cachetadas con su verga semiflácida y volvía a metérmela en la boca, para chuparle hasta la última gota, el se sentó en una silla y yo me pare para lavarme la cara en el lavadero de trastes y después de eso me senté en sus piernas.

– Estas muy rica niña, eres una delicia.

– ¡Gracias!…. a mi también me gustó mucho, goce como nunca.

Ese mismo día en la noche me volvió a coger de forma maravillosa y lo repetimos durante toda la semana, el sábado el sobre de mi sueldo llevaba el doble de lo que le daba a mi mamá.

– A tu mamá le doy lo de una semana cada vez que me la cojo, a ti te cogí 7 veces en la semana más tu sueldo por tus quehaceres.

– ¡Gracias Sr.!… ¡Muchas gracias!.

Era fantástico, me hacían gozar de lo lindo y me pagaban por ello, ese domingo mi novio me quiso coger y le dije que no y terminé con el. Asistí a ese trabajo durante tres semanas más hasta que se recupero mi mamá, pero el Sr. Braulio me sigue llamando para los servicios especiales muy aparte de los servicios que le sigue dando mi mamá.